MEMORIA

El reciente y emotivo viaje fotográfico de Darío Suárez a las Islas Malvinas

El reconocido biógrafo juninense de Sandro recorrió junto a un equipo de 14 fotógrafos el suelo isleño y capturó imperdibles imágenes del imponente lugar que habita en cada corazón argentino.

Recientemente, el reconocido biógrafo juninense de Sandro integró un grupo de catorce personas que viajó a Malvinas no solo para conocer las Islas sino para fotografiar el emblemático lugar que añora cada corazón argentino.
“Fue muy emotivo ver las primeras imágenes de las islas desde la ventanilla del avión y más aún bajar las escalinatas y sentir la llovizna y el viento que golpeaban mi cara”, cuenta Darío en un registro de su viaje.
“Paramos en casa de una kelper en Puerto Argentino y fuimos atendidos de maravillas, con desayuno  inglés -full breakfast- que incluía alimentos fritados y distintos tipos de tortas y masitas. El almuerzo generalmente se daba en lugares de paseo y la cena en la casa donde parábamos, ya que a las 20 cierran todos los comercios, incluidos los que expenden alimentos. Podían verse familias cenando alrededor de las 18 o 19 en los bares”.

Los campos de batalla de la guerra de 1982 , objetos de la guerra que permanecen a través del tiempo en las alturas de Wireless Reech y Mount Longdon. Cañones oxidados, cocinas de campaña, resto de ametralladores, balas de fusiles y otros elementos están dispersos en los campos, según el relato de Darío. 
Monte Harriet y el faro Pembroke también fueron lugares de visita y fotografías, en medio de una llovizna intermitente por más de dos horas. 
En la reserva de Gipsy Cove se observaron además de vestigios de la guerra, indicadores de campos minados -Danger Mines-, en medio de médanos de arena blanca.
“Hicimos avistaje desde el  punto panorámico de Puerto San Luis (Bouganville y Vernet), paraje Jonhson´s  Harbour terminando en la pingüinera de Volunteer Point donde se pueden fotografiar y caminar entre los pingüinos Rey, Papúa y Magallánicos con sus crías.
El paraje de Darwin y el cementerio argentino, un capítulo aparte en la memoria argentina.
“Allí pudimos rezar, dejar estampas religiosas, algunos rosarios y desplegar nuestra bandera. Una gigantesca Virgen de Luján se encuentra a la derecha de la Cruz mayor y mármoles negros como fondo del cementerio recuerdan los nombres de los soldados caídos. Todo está cuidado y las cruces blancas emergen en medio de una llanura verdosa”.

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