UN RELATO CONMOVEDOR

La dramática historia de un juninense que busca a su hermano desde hace 57 años

Se trata de Ricardo Romero, quien junto a sus dos hermanos fueron internados hace más de 50 años en el ex Hospital Regional, ya que habían sido encontrados abandonados en un hogar. Este año encontró a Luis Alberto, y no baja los brazos para dar con Francisco.

Ricardo Romero nació en Junín el 14 de octubre de 1957. Con tan solo dos años de edad fue internado junto a sus dos hermanos en el Hospital Regional de Junín donde cada uno de ellos siguió un camino distinto.
Desde hace varios años continúa en la búsqueda del menor de todos, Francisco Bernabé, quien fue dado en adopción entre 1960 y 1962, ya que en marzo del corriente año logró dar con el paradero de Luis Alberto con quien compartió lindos recuerdos de la infancia
Durante la década de 1950, los tres menores habían sido hallados en estado de abandono y con hambre en un hogar de Saforcada. Desde entonces estuvieron bajo la supervisión de un juez de menores, internados en el nosocomio local desde donde se definió el futuro de ellos. 
Se trata de los tres hijos de Juana Florinda Durand y Lujan Romero. En la actualidad, Ricardo Romero que vive en Mendoza, no baja los brazos para dar con su hermano menor quien pudo haber cambiado el número de DNI, nombre y apellido.
En una entrevista con Democracia, Romero explicó que todos nacieron en Junín, pero que en ese tiempo “vivíamos en Sofocada con mi padre y mi madre”.
Según la historia, “mi papá se fue un día a trabajar al campo a la provincia de Santa Fe y mi madre, que ella trabajaba en un prostíbulo o algo de eso, nos dejaba encerrados para hacer su vida”, expresó.
“El Juez de menores, cuando nos encontró tuvo que romper candados y tirar puertas abajo. Estábamos todos sucios y muertos de hambre ,por lo que tomó la decisión de internarnos en el Hospital Regional de Junín”, explicó.
A partir de ese momento y sin novedades de sus padres, pasaron un largo tiempo en el nosocomio local donde había una enfermera que ya falleció que “nos llevaba a los tres a dormir a su casa casi todos los días. Ella fue todo lo que he encontrado durante toda esta búsqueda”, dijo.
“En un expediente de los tribunales salen los nombres y apellidos de todos nosotros, con los nombres de mis padres. Mis hermanos son Francisco Bernabé y Luis Alberto”, comentó. Y continuó: “En el diario Democracia de esos años, hay un aviso de que pedía por la aparición de mis padres Juana Durán y Luján Romero”.
“Encontré a Luis y sigo buscando a Francisco”
Tras años de continuar insistiendo en la búsqueda, este año “encontré a Luis Alberto por lo que tomé la decisión de volver a Junín, ya que hallé los papeles de adopción de él, que no le cambiaron el nombre pero sí el apellido”.
“Estuvimos hablando pero solamente por teléfono y me ha hecho recordar muchas cosas. Él me decía que cuando estábamos en el hospital jugábamos en las hamacas, toboganes y subibajas que se encontraban en el sector de Intendente de La Sota”, afirmó.
“El me comentó que su madrina, una enfermera de apellido Viejo, le avisó a quien iba a ser su mamá adoptiva de que había tres chicos para adoptar. Cuando vino para adoptarlo, se encontró con que estábamos nosotros dos y me dijo que yo me agarraba de los pantalones de su padre adoptivo Ricardo Fernández y le decía que por favor me llevara a mí también porque no me quería separar de mi hermano. Tal fue así, que Olga Viejo no ha querido y siempre este hombre se lo ha reprochado”, explicó Romero.
“Cuando yo me encontré personalmente con Fernández, me atendió muy bien y por él tuve el número de teléfono de mi hermano Luis Alberto por lo que hablamos mucho tiempo”, sostuvo.
Una semana antes del cumpleaños de su hermano que fue el 15 de agosto, falleció en terapia intensiva, ya que lo habían operado del corazón. “Yo tenía planeado ir para su cumpleaños pero tuve que adelantar el viaje”, dijo.
Francisco Bernabé era el más chico de los tres hermanos que fueron separados. “Lo adoptó un médico del Hospital Regional que trabajaba en esos años”, aseguró Romero. Y agregó: “Ahora sigo con la búsqueda de él a quien, según me han dicho del juzgado, le han cambiado el nombre y apellido y el número de documento, ya que se lo han llevado ilegalmente y no hay ningún expediente de adopción”.
Por lo pronto Romero continúa con la búsqueda de su hermano Luis Alberto con gran impacto en las redes sociales donde miles de seguidores le brindan su apoyo.

“Me llevaron a un colegio de monjas”
Tras pasar un largo tiempo en el hospital de Junín, Ricardo Lujan Romero fue trasladado al colegio de monjas de General Madariaga, luego de ahí estuvo en el Patronato de la Infancia Loreto ubicado en Benavídez para después llegar a Verónica dentro del partido de Magdalena.
En este último lugar, un 15 de diciembre de 1972 y con 16 años de edad “llegó mi viejo quien se hizo llamar mi papá. Como yo nunca tuve familia y nadie me venía a visitar, yo lo negué totalmente dije que no tenía familiares y que habían muerto”, dijo Romero.
“Él me sacó del colegio, nos fuimos a vivir a Luján y el 11 de marzo de 1973 volvimos a Junín donde empecé a conocer a toda la familia: primos, tíos, entre otros. En ese momento mi papá tenía tres hijas con Elvira Galván”, aseguró.
Al año siguiente, en 1974 conoció a su madre que “me llevó a su casa y me contó una historia que ella quiso porque toda la vida me mintió y hasta el día de hoy no tengo ninguna información de parte de ella”, expresó.
“Yo jugaba muy bien al fútbol y me estaban para llevar a San Lorenzo en esos años y mi viejo no me dejó. Tenía 18 años y no tenía documento, pero tenía la firma de mi padre que trabajaba en una empresa de línea de alta tensión donde hicimos un cableado de Lincoln a Junín”, subrayó.
“Luego dentro de la misma empresa, me surgió la posibilidad de irme a Venezuela y mi padre tampoco me dejó”, exclamó. Y continuó: “En ese momento yo le reclamé para qué me había sacado del colegio si no podía hacer nada por lo que me saqué el documento de identidad y me fui con un parque de diversiones”.

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