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Rasguños en la cara de Hamed, pocas horas después del hecho.
JUICIO POR FEMICIDIO EN JUNÍN

Liliana Ortega habría rasguñado a Hamed en la cara, según las pericias

Declararon ayer las médicas forenses que evaluaron al cuerpo de la víctima y también el del acusado. La mujer murió por estrangulamiento y, ya inconsciente, sufrió el incendio de su cuerpo.

Peritos forenses, policías y vecinos brindaron ayer sus testimonios en el juicio oral y público a Alfredo Hamed (39), por el femicidio de Liliana Ortega -madre de quien fue su novia durante cinco años-, ocurrido el 15 de agosto de 2015.
Entre los testigos, la vecina Rocío Romero declaró que desde su casa vio un auto VW Gol, blanco, con vidrios polarizados, en dos oportunidades, a la tardecita y a la noche, frente a su casa, ubicada a la vuelta de la vivienda de Ortega, el mismo día del hecho.
Por su parte, Jonatan Cristel, policía bombero, fue uno de los efectivos que hizo las pericias de la casa incendiada y también del auto quemado presuntamente por Hamed, tras matar e incendiar la casa de la víctima. Respecto a la casa, manifestó que cuando él llegó a la vivienda (al otro día del hecho) el cuerpo había sido removido, que supo que este había estado en el living-comedor de la casa, cerca de una estufa hogar, habitación donde se habría iniciado el incendio. Dijo que además de daños materiales (caída de chapas del techo y mampostería), hallaron dos mascotas sin vida.

El incendio habría sido intencional
Sobre el posible inicio del incendio de la casa, opinó que según lo periciado se estimaba que había sido intencional, usando  líquido inflamable, nafta posiblemente, ya que no encontraron en la vivienda indicios de algún desperfecto eléctrico y que el gas estaba cerrado.
Respecto al Gol que se encontró en un descampado, dijo que estaba quemado casi en un ciento por ciento, que no había señales de que hubiera sido por un desperfecto mecánico o eléctrico, y que la causa posiblemente haya sido intencional.
Arturo Giles, jefe policial que coordinó el grupo pericial de Policía Científico, al referirse al hecho, mencionó que el cuerpo de la mujer estaba debajo de una chapa, que se había desprendido del techo por el incendio, en el living comedor. Que se notaba que en ese lugar había habido mayor concentración de fuego.
Leandro Durán, policía perito, declaró que él hizo las pericias planimétricas y un relevamiento del lugar. Dijo que el cuerpo encontrado estaba aproximadamente a un metro y medio de la estufa-hogar.

Rasguños en el rostro
La doctora Mirta Mollo, médica forense de reconocida trayectoria, fue quien revisó a Hamed, a la una de la madrugada del 16 de agosto de 2015, y también quien realizó la autopsia del cuerpo de Ortega, a las 8 del mismo día.
Respecto a varias lesiones halladas en el rostro del imputado, la doctora Mollo dijo que podrían haber sido rasguños recientes. Se encontraron en la hemicara, en la mandíbula y en el cuello.
Al hombre también se le detectaron lesiones en la mano derecha, eritema posiblemente por haber estado expuesto al calor en forma reciente. Aclaró que en ese momento no había ampolla, pero si inflamación, presuntamente por acercamiento al fuego.
La doctora Mollo, mostró a través de fotos en una pantalla gigante dispuesta en la sala, cada una de las lesiones que constató en la cara y manos de Hamed.
En cuanto a la autopsia del cuerpo de Liliana Ortega, la perito forense dijo que el mismo estaba prácticamente carbonizado, pero por estar apoyado en el suelo, hubo zonas que se conservaron como una media espalda y glúteos, y que parte de las prendas de la mujer no estaban tan quemadas.
Del examen, la doctora Mollo dedujo que la muerte pudo darse por dos causas, consecutivas: primero por la asfixia mecánica por sofocación, por estrangulación, ya que se constató traumatismo a nivel del cuello compatible con asfixia; y luego el incendio del cuerpo.
Respecto a la defensa que pudo haber tenido Liliana antes de ser estrangulada, la médica dijo que pudo haber usado su mano derecha para defenderse.

Fue estrangulada
Por su parte la doctora María Inés Uria, también forense que hizo la autopsia del cuerpo, dijo que las lesiones constatadas en la tráquea y las vías respiratorias eran vitales, es decir hechas cuando Liliana estaba viva y que murió por asfixia, que las últimas inspiraciones fueron muy débiles, por lo cual no se encontraron en sus pulmones señales de haber aspirado mucho humo. Es decir, no murió por haber aspirado monóxido de carbono, sino por estrangulación.

El perfil psicológico
Mirta Bruno, perito psicóloga del Departamento Judicial Junín, se refirió al informe realizado en agosto de 2015, sobre Alfredo Hamed, quien por entonces tenía 37 años y tres hijos de 13, 10 y 6 años. Estaba separado de su mujer y hasta meses atrás del hecho había estado de novio con Belén Valles (hija de la víctima), once años menor que él.
Dijo que su conducta era inmadura, tendiente a minimizar y tomar con liviandad sus responsabilidades, pero que quedaba de manifiesto que Belén era muy importante para él. Que admitía haberle mentido en distintas oportunidades, pero que ella siempre lo había ayudado y contenido, incluso cuando sufrió un accidente automovilístico.
“Para él, ella era el amor de su vida y no la quería perder. Sabía que los padres de ella no lo querían”, apuntó.
En cuanto a su accionar, señaló que Hamed podía actuar por impulso, sin frenos inhibitorios.
El licenciado Alejandro Doro declaró haber estado en la casa incendiada de la víctima, y señaló que no había señales de que alguien hubiera entrado para robar, puesto que las habitaciones no afectadas por las llamas estaban en orden.
Opinó que la mujer había estado inconsciente o ya muerta al iniciarse el fuego, puesto que estaba inmóvil. La puerta de entrada al living de la casa no estaba cerrada con llave, a tres metros del cuerpo.
En cuanto a Hamed, recordó que éste se había bañado antes de que le hicieran las pericias.

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