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Los especialistas consideran que esta reactivación incipiente se debe a las mejoras o estabilizaciones de algunas variables económicas y, sobre todo, a la promoción de líneas de créditos hipotecarios.
OPTIMISMO EN EL SECTOR

Afirman que repuntó la construcción en los dos últimos meses en Junín

Referentes del rubro señalan que la suba es incipiente y apuestan a que se sostenga en el tiempo. Los créditos hipotecarios y cierta estabilidad de la economía explican esta tendencia favorable. También señalan que podría haber un “efecto contagio” producto del incremento en la obra pública. Otras claves: los ladrillos como inversión más segura en el tiempo y la influencia del factor campo.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Junín, Gustavo Ollero, suele utilizar una metáfora para explicar el comportamiento del mercado de la construcción de acuerdo a lo que sucede en la economía.
“La construcción tiene una inercia lenta –dice Ollero– es como un camión cargado de ladrillos y su velocidad se comporta como tal, entonces, así como disminuye lentamente en los momentos en que las variables económicas son desfavorables, cuando los indicadores generales muestran una tendencia más optimista, la aceleración subirá también de manera paulatina”.
De acuerdo a su mirada y a la de otros referentes del rubro, este “camión” se encuentra en este momento volviendo a tomar velocidad, después de varios meses de estancamiento. “Por el momento, puso primera y arrancó”, grafica Ollero.
Es que los especialistas consideran que en los últimos dos meses se advierte un crecimiento en el nivel de ventas, hay obras en marcha, principalmente de remodelación, y en futuro es un poco más esperanzador, si es que los números generales de la economía siguen levantando y se mantiene cierta estabilidad en las diferentes variables.
Los argumentos que explican este cambio de tendencia tienen que ver con que “el gobierno nacional está trabajando fuertemente con el tema de los créditos para la construcción más una cierta estabilidad y detenimiento de la inflación”, según explica el presidente del Colegio de Arquitectos, lo que crea “un horizonte más seguro en los inversores” y hace que “la construcción empiece a caminar otra vez lentamente”.
Es por ello que, de a poco, con esta inercia lenta que tiene este camión, se va reactivando, como dice Ollero, “con obras más bien chicas, de remodelaciones, que corresponden a un horizonte corto, para que luego, cuando haya más seguridades en la gente sobre una estabilidad y un crecimiento de la economía, aparezcan nuevamente los fideicomisos, la construcción de edificios de mediana escala y proyectos a más largo plazo”.

Dos meses
Para Ollero, este “camión” salió del punto muerto, aproximadamente, en marzo de 2017, “cuando los índices de inflación se estabilizaron un poco”. Una tendencia que se ratificó en los últimos 60 días donde advierte este vuelco hacia las casas y, eventualmente, los fideicomisos.
Gustavo, un vendedor histórico del Corralón Don Emilio con muchos años de experiencia detrás del mostrador, recuerda que algunos años atrás los comercios del ramo venían “con un envión muy fuerte del crédito Procrear que, en su momento, impulsó mucho”, y después de una retracción del sector, ahora se “está retomando esa línea, muy de a poco, de lo que había sido ese camino”.
Según su criterio, si bien “está abierto el canal crediticio”, esto todavía “genera ciertas dudas o desconocimientos, pero existen y habría que conocerlos un poco más para que se termine de reactivar la construcción”.
Sin embargo, asevera que se están empezando a ver que hay más trabajos de refacción e, inclusive, también “hay algo de inversión, porque hay factibilidades presentadas y eso muestra un pequeño repunte” de la construcción.
Un rebrote que, según su análisis, “se empezó a ver hace unos dos meses”.
En el mismo sentido, Ariel Cavalleri, un referente del área y propietario de una casa de venta de materiales para la construcción, sostiene que “se notó un repunte en los últimos 90 días”. En ese contexto, recuerda que venían “de una meseta y en estos meses hubo un pequeño rebote que hay que ver si se sostiene en el tiempo”.
Cavalleri comenta que los tipos de trabajos que se ven son muy variados, desde arranque de cero de obra hasta remodelaciones. “No es nada del otro mundo, pero estamos trabajando bien”, sintetiza.
Por su parte Lorena de Cieri, del Corralón Hugo Cieri, concuerda en que se nota una mejoría desde “hace dos meses, o tal vez más”. También coincide en que la etapa anterior “había mermado bastante” el trabajo y “ahora se ve la diferencia: se ven muchas casos de remodelación, y también de construcción, porque había obras paradas que arrancaron, así como otras nuevas”.

Las causas
Los especialistas consultados consideran que esta reactivación incipiente se debe a las mejoras o estabilizaciones de algunas variables económicas y, sobre todo, a la promoción de líneas de créditos hipotecarios que favorecen el movimiento ascendente del mercado.
“Ya comenzaron las obras pequeñas –afirma Ollero– y empiezan a verse proyectos de construcción de casas de cien o 120 metros cuadrados, algo que podemos comprobar en el colegio por el ingreso de estas carpetas, y también se están recibiendo algunos encargos de fideicomisos de edificios de dos o tres pisos, que son los de largo aliento”.
Para el presidente del Colegio de Arquitectos también resulta clave el lanzamiento de otras líneas de créditos para desarrolladores –algo que está haciendo, por ejemplo, el Banco Nación–, es decir, para aquellos que tienen proyectos más grandes. “Parece algo muy importante porque podría significar un gran espaldarazo para la construcción de edificios de envergadura”, agrega.
Cavalleri también justifica este escenario a partir de que “han salido a algunas líneas de crédito y, además, porque esta sigue siendo una inversión potable: tanto para el que saca un préstamo para su vivienda propia como la persona que quiere invertir”. Y en tal sentido, es categórico: “Siempre es bueno invertir en ladrillos”.

Obra pública
El motor que impulsa al rubro de la construcción y que tiene una implicancia muy fuerte en su sostenimiento es la obra pública, algo por lo que está apostando el Gobierno nacional, cuya influencia en los comercios de la ciudad es variada.
Cieri explica que las fábricas “bajaron las cantidades de cupos” que tienen para los corralones porque hay mucha demanda por la obra pública. “Al haber muchas ventas y tantas obras en marcha, las fábricas ponen cupos por semana para cargar, eso se va reduciendo por la mayor cantidad de pedidos, porque hay mucho movimiento”, agrega.
Es que, según su análisis, “hay muchas obras públicas pero también las privadas, se reactivó todo junto y por eso aumentó la cantidad de ventas”.
En Don Emilio ven que en el rubro de la obra pública “se ve claramente un repunte”. Pero los corralones locales no son proveedores de las empresas contratistas. “Por ahí vienen a comprar alguna cosa en particular por una cuestión de comodidad o alguna provisión de emergencia”, por eso el impacto no es directo. Aunque también sirve para “empezar a mover gente, a mover el engranaje”.
Sucede que esta profusión de obra pública puede generar una suerte de efecto contagio, como explica Ollero: “Cuando uno ve que hay un gobierno que pone mucho dinero en obra pública, que apuesta al país, contagia a otra gente a poner la plata a construir. No podría decir de cuánto es esa influencia, pero existe. A la persona que le extienden la red de agua o de cloacas, si puede, por ahí suma un baño y tal vez otra pieza en el fondo porque ya no depende de que se le inunde el pozo ciego, entonces hay un grado de implicancia. Eso entusiasma, es significativo lo que sucede con la obra pública”.

Sostenimiento
El presidente del Colegio de Arquitectos es optimista respecto de esta tendencia alcista en el rubro y cree que “en los primeros meses del año próximo” se tendrá un panorama más claro.
Cautos, los referentes del rubro creen que todavía es necesario esperar para ver si este reverdecer se mantiene. “Lo ideal sería que se sostenga en el tiempo –opina Cavalleri–, que no empiece a caer para no volver a lo que fue a principios de años. En resumen: estamos mejorando, pero hay que ver si esta tendencia es sostenible”.
Gustavo, de Don Emilio, remarca que “hoy por hoy se ve otro movimiento”, y puntualiza: “Creemos que esto se va a sentir más el año próximo, por eso todavía estamos a la expectativa y en una etapa de transición”.

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