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La mordedura de la mosquita deja marcas y provoca ardor y comezón.
PROLIFERACIÓN DE MOSQUITAS

Las condiciones climáticas en la zona complican el control del barigüí

A pesar de las fumigaciones, el nivel elevado de agua favorece su reproducción. En pocos días se realizará un encuentro regional para tratar el tema con integrantes del Conicet.

El año 2001 es la fecha estimada en que se sitúa la aparición del barigüí en Junín y algunas ciudades de la zona a causa de las inundaciones que durante ese año se sucedieron en la región.
Dieciseis años después, la ciudad continúa padeciendo la presencia de la mosquita que ha llegado para quedarse y que solo puede ser controlada en determinadas etapas, ya que depende mucho de las condiciones climáticas.
Perla Casella, subsecretaria de Medio Ambiente de la Municipalidad de Junín, explicó que los trabajos de fumigación se continúan realizando periódicamente pero que es necesario entender que no se podrá erradicar el barigüí.
“Cuando empezamos a investigar cómo combatirla, desde ese momento todos los especialistas, la gente del Conicet nos explicaron que esto no se puede erradicar”, advirtió. “Sí se puede hacer un control biológico y en ese sentido ellos nos fueron asesorando en los métodos”.
Métodos que continúan aplicándose pero cuyos resultados no fueron favorecidos por las últimas lluvias acaecidas en la zona.

Atacar de raíz
La aplicación de larvicida es la única forma de combatir el barigüí en su primera etapa, en el depósito de huevos que la hembra hace en el río.
“Atacar la larva es atacar de raíz”, indicó Casella.
“Es importante entender que las condiciones climáticas afectan mucho el desarrollo  de la mosquita. Si tenés un nivel de agua muy elevado, el crecimiento va a ser mayor porque las larvas se reproducen con mayor facilidad en agua en movimiento”, explicó.
“Veníamos controlándolo de modo que la población lo pudiera tolerar pero en el invierno el nivel del río subió tanto que el producto no resultó tan eficiente”.
Es un trabajo intenso pero realmente las condiciones climáticas las tenemos en contra”.

La región 
Según Casella “hay mucha agua en la zona y la mosquita está afectando a otros sectores”.
“A raíz del brote que hubo y de que varios municipios comenzaron a tener problemas, vamos a tener una reunión regional y van a venir especialistas del Conicet con los que trabajamos”.
La reunión se espera que se concrete la semana próxima.
Es interesante porque el tema adquiere interés regional y toma fuerza”, indicó.

Una plaga sin fronteras
En algunos municipios de España, la proliferación de lo que se conoce como la mosca negra, guarda las mismas características que el barigüí en Junín y la región, y con el mismo pronóstico.
La erradicación es casi imposible y solo resta el control a través de fumigaciones y la aplicación de distintos repelentes sobre la piel para tratar de mitigar su molesta presencia y mordedura, la que deja marcas y ardor o comezón por varios días.

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