Norma Morandini, directora del observatorio de Derechos Humanos del Senado nacional, se reunió con el intendente Pablo Petrecca, antes de brindar una charla en el MUMA sobre las implicancias de los derechos humanos y la democracia.
La reconocida periodista y legisladora nacional con mandato cumplido expresó: "Yo presido actualmente el Observatorio de Derechos Humanos del Senado Nacional, tengo diez años de legisladora y por eso digo que ofrezco lo que yo no tuve, porque tenemos que aprender que los derechos humanos se conjugan con la vida, son un valor de pacificación, de respeto. Hemos tenido toda nuestra energía democrática revisando el pasado y por suerte hemos ido más lejos que nadie, pero hemos confundido derechos humanos con juicio a los represores, eso es hacer justicia".
"Los derechos humanos son una normativa que solo existen y son el corazón del sistema democrático, que nos hace iguales a todos ante la ley pero, sobre todo, asegura que todos tenemos derechos sólo por la condición de persona, no son los gobernantes los que van con una canastita repartiendo derechos, los derechos los tenemos como persona y esto que nos hace iguales es la dignidad", agregó.
Morandini reconoció que "las urgencias económicas nos han hecho postergar una auténtica educación en valores democráticos, la democracia tiene que significar para todos lo mismo, no es sólo el acto de votar lo importante, la democracia es más que eso, es el respeto al otro, es consagrar a los derechos humanos como filosofía, de modo que el Estado argentino se compromete a cumplir con un montón de tratados consagrados en la Constitución que no depende de los gobernantes, es Argentina la que los tiene que cumplir".
“Trabajar sobre el conflicto”
"Vivo con mucha esperanza este proceso, hay una tensión entre una democracia que todavía no consagramos como valor compartido y una parte de un autoritarismo que se niega a morir, entonces la democracia es el único sistema que legitima el conflicto porque, si todos somos iguales ante la ley, siempre hay conflicto de intereses en pugna. Por eso, debemos aprender a trabajar sobre el conflicto, escuchando al otro y saber que una ley debe incluir la mirada de todos".
“No hay nada más grotesco que defender los derechos humanos y no respetar al otro”, afirmó, en referencia al kirchnerismo. “Si el corazón filosófico de los derechos humanos es que todos somos iguales y que la dignidad es lo que nos hace humanos, entonces, fue el kirchnerismo muy grotesco, porque personalmente digo que compromiso no es sacar un cuadro, lo que tenemos que hacer es dejar el cuadro y contar qué significa. Hay una cultura nuestra de ocultar y no nombrar y eso es lo que nos han dejado años de autoritarismo. Ahora hay que poner luz, siendo capaces de mirar lo que hicimos como sociedad y los jóvenes deben honrar el privilegio que hoy tienen", afirmó.
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