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VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

La agresión ahora viene en clave tecnológica

Advierten que crece el acoso y el hostigamiento a través de celulares e Internet. Más denuncias en Junín.

El primer llamado la sorprendió. En medio del vértigo cotidiano no entendió por qué un desconocido llamaba a su teléfono interesado en servicios sexuales. Después de ese llegó otro llamado. Y otro. Y otro. Hubo alguno de los desconocidos que reveló que el número del celular lo había conseguido en una página de Internet y le dio la dirección.
Cuando la mujer entró al sitio, le costaba salir de su sorpresa: allí estaba la foto de su cara, agregada a la del cuerpo desnudo de otra mujer, en pose sugerente y en un portal donde se ofrecía sexo. Junto a la foto, su número de celular y su correo electrónico.
La investigación para encontrar al responsable, la llevó hasta su ex esposo y padre de sus hijos, con quien por esos días compartía más de una desavenencia en el marco de un trámite de divorcio.
Dafne Plou es coordinadora regional del Programa de Apoyo a las Redes de Mujeres de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones -una ONG internacional con status consultivo en la ONU- y cuenta que ésta es apenas una de las historias donde aparecen asociadas la violencia de género y el uso de las nuevas tecnologías.
Un problema que preocupa a las entidades que defienden los derechos de la mujer en todo el mundo -inclusive en Junín-, en las que perciben que son cada vez más los casos en que estos recursos tecnológicos son utilizados como facilitadores de hostigamientos,  abusos y mecanismos de control por parte de varones gol-peadores.

Proyecto de ley

Esta preocupación motivó que recientemente se presentara un proyecto de ley en el Congreso para penar el acoso sexual por Internet cuando las víctimas son menores de edad, mientras se brega porque se reglamente la ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres, que contempla las figuras de las violencias "simbólica" y "mediática", aplicables a casos de hostigamientos y acosos perpetrados a través de nuevos medios de comunicación.
El tema fue uno de los mencionados en un encuentro organizado esta semana por Amnistía Internacional de Argentina, donde se indicó a su vez que al menos una mujer cada tres días muere en el país como consecuencia de la violencia de género y se reclamó la pronta reglamentación de la ley antes mencionada.
Allí se indicó que, aunque resulta difícil cuantificarlo -muchas veces también denunciarlos y detectar a sus autores- se percibe como creciente el número de casos de agresiones a mujeres a través de medios como Internet y los celulares, mientras que tecnologías como las cámaras web, los software espías y hasta los sistemas de seguimiento satelital (GPS), aparecen asociados con más frecuencia al accionar de quienes ejercen diferentes formas de violencia contra la mujer como métodos de control y vigilancia.
¿Cómo prevenir? Desde esas entidades se indica que la clave está en no hacer un uso ingenuo de la tecnología, usar buenos softwares de seguridad y en el caso de la mujer víctima de maltrato que busca salir de la situación de violencia, saber que puede estar siendo vigilada y tomar recau-dos.

"Hacer visible el
problema"

Un trabajo elaborado en el marco del Programa de Apoyo a las Redes de Mujeres y escrito por la malaya Jaclin Kee, advierte sobre la necesidad de prevenir a las mujeres de esta tendencia y de "hacer visible el papel facilitador de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en nuevas problemáticas que enfrentan las organizaciones de mujeres a nivel mundial, tales como la proliferación de la pornografía, el acoso mediante mensajes de texto y el uso de estas tecnologías por parte de los golpeadores".
En ese trabajo se destaca que "la tecnología se está convirtiendo en parte integral de las prácticas de maltrato" y se describen, con el objeto de alertar a mujeres usuarias de estos recursos, algunos de los métodos utilizados por hombres violentos para mantener bajo su control a sus víctimas. En tal sentido, se destaca el uso de software espía, presente en el mercado y que permite al abusador saber cómo usa el teclado su víctima, incluyendo su actividad en el correo electrónico y la navegación por Internet.
Del mismo modo se destaca el uso de configuraciones específicas de teléfonos inalámbricos para captar sonidos próximos y escáneres capaces de interferir conversaciones hechas con teléfonos celulares.
La violación del correo electrónico, el uso de cámaras web y de equipos de GPS también aparecen asociados a actividades de control ejercidas por hombres violentos sobre sus víctimas, según detalla el informe.

En Junín

María Belén Pérez, licenciada en Psicología de la Dirección de la Mujer, del Municipio de Junín, al ser consultada por DEMOCRACIA señaló la facilidad que hay para conservar el anonimato por parte de la persona que arremete, amenaza u hostiga a alguna mujer por medio de la tecnología.
En dicha Dirección se atienden a casos de violencia a través de mensajes de texto de celular o vía Internet. "El tema es que cualquiera puede hacer un mail poniendo datos falsos, o comprar en un kiosco un chip para el celular sin registrar quien lo está utilizando y así amenazar o agredir a la otra persona sin darse a conocer", planteó.
La psicóloga manifestó que habían recibido casos de este tipo, aunque señaló la dificultad para llegar a probar algo o averiguar la identidad del agresor.
"Se recibe la denuncia a la persona hostigada pero quizás no se sabe quién es el hostigador, o es difícil probarlo. Es un medio impune para ejercer violencia. Sin agresión física, pero sí agresión psicológica", acotó.
 "También hay quienes mandan mail anónimos o con nombres falsos, y ¿cómo comprobás que es la persona que vos estás acusando? Por Internet la persona queda más desprotegida. Con el tema del Facebook es más fácil levantar fotos de cualquier persona sin su autorización, y luego utilizarlas", dijo.
Los consejos para contrarrestar el fenómeno, por ahora, son escasos. "Es complicado. Como psicólogas tratamos de llevar tranquilidad a las personas, que generalmente tienen un desequilibrio emocional importante, y después hacer todo lo que legalmente sea posible ante este hecho. En general cuando una persona es violenta, empieza mandando mensajes pero luego termina delatándose a sí mismo. Estamos hablando de gente que está enferma y es violenta".   

A la Justicia

En tanto, la licenciada en Trabajo Social Adriana González, del área violencia familiar, en diálogo con DEMOCRACIA, dijo que se conocían casos con estas características generalmente abordados por el equipo.
"Sabemos de casos, que pueden ser judicializados o no, en los que hay mensajes de texto agresivos en el marco de violencia que plantea. Los mensajes y los correos electrónicos son utilizados también por personas violentas", apuntó.
¿Cómo hacer frente a esta situación? Una de las opciones propuestas desde el área, es cambiar el chip del celular o cambiar la dirección de correo para tratar de evitar estas situaciones conflictivas, independientemente de que si el caso llegó a la Justicia o no. También denunciarlas.

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