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Celine Marie Brodeur, investigadora del Conicet.
ECOSISTEMAS EN LA REGIÓN

Investigadora del CONICET habló de contaminación de peces con plaguicidas

El descubrimiento fue constatado en peces muy pequeños del Arroyo Pergamino, a 88 km de Junín, arrojando resultados que evidencian la presencia de sustancias tóxicas en la fauna ictícola.

Como se ha informado días pasados, un estudio realizado por el Instituto de Recursos Biológicos (IRB) del INTA detectó la presencia de plaguicidas en ocho de cada diez peces de la especie Jenynsia multidentata en la cuenca del Arroyo Pergamino, provincia de Buenos Aires.
La investigación –publicada en la revista Chemosphere–, examina la acumulación de plaguicidas en peces de la cuenca del río Pergamino. Según los resultados, se detectó la presencia de fungicidas e insecticidas en el 81 % de los ejemplares de la especie Jenynsia multidentata (conocida vulgarmente como madrecita) de alrededor de seis meses de edad.
Desde el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la investigadora Celine Marie Brodeur, doctora en Biología, master en Biología y especialista en ecotoxicología, fue consultada por Democracia, sobre el estudio realizado, que denota la contaminación del medio ambiente con plaguicidas.
Si bien se trata de un hecho ocurrido en Pergamino, queda la inquietud si en Junín pasa algo parecido, en la fauna ictícola de sus lagunas (Mar Chiquita, Gómez y El Carpincho.
Pensando que dicho pez podría servir de alimento a otros peces más grandes que son consumidos a su vez por humanos, se preguntó  a la doctora Brodeur al respecto.
La investigadora dijo: “según la literatura, las moléculas encontradas no son bioaccumulables y se excretan rápidamente del organismo. Su presencia en el organismo sería correlacionada con el nivel de contaminación del cuerpo de agua (o del alimento del pez) al momento del muestreo. Sin embargo, estas conclusiones resultan de ensayos de laboratorios y sería muy adecuado averiguar si lo mismo ocurre a campo en un sistema muchísimo más complejo”.
En cuanto a si se habían hecho estudios sobre las posibles consecuencias en humanos que consuman pescados contaminados con pesticidas, la especialista explicó: “respecto a consumo humano, examinamos el caso del diclorvos, la sustancia más complicada de las encontradas, y llegamos a la siguiente conclusión: Según las recomendaciones de la EPA Agencia de Protección Ambiental en Estados Unidos, Environmental Protection Agency-  para  diclorvos (un insecticida potencialmente cancerígeno) el  consumo máximo diario aceptable para una persona de 70 kg es de 0.035 mg lo que significa que, según las concentraciones medidas en los peces del Arroyo, no se recomendaría consumir más de 6 a 100 mg de pescado por día. Con lo cual se estima que con una porción normal de los peces del Arroyo Pergamino superaría ampliamente el límite diario”.
Vale mencionar que el diclorvo es un plaguicida de tipo insecticida, utilizado para controlar insectos principalmente en áreas de almacenaje y en graneros.

Recomendaciones
En cuanto a si cabe alguna  recomendación para la población de Pergamino, la doctora Brodeur  dijo que en su opinión “no se recomienda el consumo de peces provenientes del Arroyo hasta tener mayor información sobre los niveles presentes en peces más grandes”.
A la pregunta si, una vez hecho y conocido ese estudio, a quien correspondería tomar alguna medida para evitar la contaminación con pesticidas en peces, la investigadora manifestó: “Todos los actores tienen que movilizarse tanto a nivel local como nacional. Esperamos que nuestros resultados sean disparador para el cambio”.
La doctora Brodeur, al ser consultada si se había hecho estudios similares en las lagunas de Junín, en la fauna ictícola en este caso, respondió que no, que nunca habían trabajado en Junín.

Relevamiento
En el Arroyo Pergamino, para el relevamiento, iniciado en 2011, se tomaron muestras en tres puntos del arroyo antes que pase por la ciudad. El equipo liderado por Julie Brodeur –autora principal del trabajo e investigadora del Conicet– estudió el impacto de los fitosanitarios en anfibios, peces y aves como indicadores de calidad ambiental y salud en los agroecosistemas.
De acuerdo al INTA, el trabajo evidencia que la acumulación de pesticidas impacta en la salud y crecimiento de los peces. De acuerdo con Brodeur, “el 58 % de los peces tenía más de dos plaguicidas en su cuerpo y esto se asocia a efectos negativos claros en su salud, por lo que es esencial encontrar la fuente de contaminación para preservar la integridad de los ecosistemas acuáticos”.
Brodeur explicó que relevaron la presencia de los insecticidas –diclorvos y pirimifos-metil, sustancias autorizadas solamente para el acopio de granos– que no deberían llegar a los cuerpos de agua bajo ninguna circunstancia, debido a que son muy tóxicos para la fauna acuática.
Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación en Recursos Naturales (CIRN) del INTA, destacó la importancia de “profundizar los estudios serios de toxicología ambiental para generar datos fiables que nos ayuden a determinar el real impacto de cada práctica agrícola, así como para la conservación del agua”. En este sentido, Mercuri puso énfasis en el uso de buenas prácticas para la aplicación de agroquímicos.
“Es fundamental que el productor comprenda la importancia de implementar estrategias para proteger los cursos y cuerpos de agua”. Y agregó: “Para esto es indispensable respetar las zonas buffer –espacio que se dejan sin fumigar en cada margen– y la vegetación propia de la ribera, aún en las nacientes”.
El trabajo, realizado por nueve técnicos de dos institutos de investigación del INTA (IRB y el Instituto de tecnología de Alimentos) y del Grupo Suelos y Gestión Ambiental de la unidad del INTA en Pergamino, fue financiado con fondos de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Técnica y del INTA.

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