Hoy a las 10, se rindió homenaje a Amílcar Darío Yebrin, en la plaza de calles Intendente Ortega y Paso. Participaron del acto autoridades municipales, de la Escuela 41 y ex alumnos de Campo de Toyo.
Yebrin se recibió de maestro a los 16 años, fue maestro de Campo de Toyo, y a los 18 se recibió en el colegio de aviación de Córdoba. Se lo recuerda yendo a dar clases a la escuela rural de Campo de Toyo en avión. Además, fue maestro y director de la Escuela 41, y todos los domingos llevaba a sus alumnos a la aviación, a dar vueltas en avión.
Con una fuerte inclinación por el humanismo y la vocación de servicio, compraba él mismo los guardapolvos y las zapatillas para sus alumnos. Hoy su hija Maricel Yebrin colabora con esta escuela rural.
Como a muchas personalidades que han dejado una marca en la historia, la muerte lo sorprendió joven –todavía con mucho para dar-, a los 43 años, y de manera trágica: falleció en un accidente automovilístico, al colisionar de manera frontal con un camión, en el partido de General Rodríguez, cuando corría el año 1965.
Su muerte provocó un profundo dolor y conmoción en la comunidad, y fue velado en el salón de actos de la Escuela 41, enfundado con la bandera argentina, mientras varios aviones sobrevolaban el cielo juninense.
“Fue jefe civil de la aviación de Junín, fundador del primer aeroplano que se hizo en nuestra ciudad, con Valeira y Hernando. Cuando murió yo tenía tres años y mi hermano, uno”, expresó su hija a Democracia. “Era solidario, todo el mundo lo quería”, recordó.
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