Perla Casella, titular de Medio Ambiente del municipio, afirmó a Democracia que le pidieron a la empresa que está realizando la obra del saneamiento del relleno “que haga un cateo para ver dónde hay basura enterrada, dónde es superficial, e ir armando el frente de descarga, donde se empezará a depositar la nueva basura acumulada”, que luego será movida hasta las nuevas celdas con membranas que evitan que se filtren los líquidos lixiviados.
El plazo para la finalización de la obra, como publicó este diario, es de seis meses, y como parte del trabajo, el municipio le pidió a la empresa que también realice un “diagnóstico ambiental, con muestras de agua”, para conocer cuál es el impacto de la contaminación. “Muchos años de tirar los residuos sin protección del medio ambiente, seguramente hicieron que las napas estén contaminadas, por eso queremos ver el impacto”, dijo la especialista.
El plan también tiene aristas sociales. De hecho, una familia que trabaja en el relleno realiza la separación de los residuos de los puntos verdes “y la idea es que ellos mismos comercialicen lo que separan”.
Sobre este tema del reciclado, Casella mencionó que están “evaluando las alternativas, qué nos conviene económicamente, ambientalmente y que la iniciativa se sostenga en el tiempo”.
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