El proyecto del Ferrocarril Trasandino Central tendrá como fuerte parte del mismo a la línea ferroviaria que sale de Retiro y que llega a la ciudad de Mendoza, pasando por Junín.
Sobre esta iniciativa, Argentina y Chile acordaron introducir el proyecto del Ferrocarril Trasandino Central y el del paso Agua Negra como parte del acuerdo binacional que será ratificado por las presidentas de ambos países, Cristina Kirchner y Michelle Bachelet, en su próximo encuentro en Chile en octubre.
Así quedó establecido en una reunión entre el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y el ministro de Obras Públicas de Chile, Sergio Bitar, realizada en Santiago, Chile.
Schiavi y Bitar anunciaron la creación de una comisión permanente que analizará el marco jurídico, la secuencia de los trabajos de ingeniería y el modelo de sustentabilidad económica del proyecto de los proyectos, según informó la secretaria de transporte.
El Ferrocarril Trasandino, declarado de interés público por ambos gobiernos, incluye la construcción de un cruce ferroviario en la Cordillera de los Andes, que unirá por tren Chile con la Argentina y su destino final será el puerto de Santos, en Brasil.
El emprendimiento consiste en una línea de trenes eléctricos de carga que unirá el puerto chileno de Coquim-bo con el de Porto Alegre en Brasil atravesando las regiones Centro y Cuyo de Argentina.
Schiavi señaló que "este proyecto deberá ser complementado con la puesta en valor del ferrocarril que une la ciudad de Buenos Aires con la ciudad de Mendoza, que será uno de los principales alimentadores del proyecto del túnel".
El Tren Trasandino Central unirá la localidad argentina de Luján de Cuyo, en la provincia de Mendoza, con la V Región de Chile, con una longitud de 202 kilómetros.
Entre las obras más importantes y complejas de esta parte del Corredor, se destaca la traza de un túnel de baja altura de 52 kilómetros de extensión bajo la Cordillera de los Andes, que descomprimirá el tráfico que circula por el Paso Cristo Redentor.
El tren bala
En tanto, los dos megapro-yectos ferroviarios del Gobierno nacional: el “Tren Bala” y el servicio rápido a Mendoza se mantienen en “estado vegetativo” ya que fueron extendidos los procesos abiertos para los empren-dimientos que habían quedado congelados en el segundo semestre de 2008.
En el caso del "Tren bala" con destino a Rosario y Córdoba, se decidió establecer una prórroga hasta los primeros meses de 2010 en el "mantenimiento de la oferta" que presentó el consorcio liderado por Alstom.
Y en simultáneo, por el lado del tren rápido a Men-doza, se volvió a postergar el plazo para la recepción de las ofertas.
Presentado como una de las "obras emblemáticas" de la administración kirchne-rista, el tren de alta velocidad fue licitado en 2006 y adjudicado a principios del año pasado.
Este proyecto -valuado en casi 4.000 millones de dólares - quedó en manos del grupo Veloxia, que integran Alstom, las locales Emepa e Iecsa y la española Isolux.
A principios de 2008, el Gobierno y el banco francés Natixis habían acordado financiar el costo de la obra con un crédito a largo plazo que iba tener como garantía la entrega de títulos públicos.
Pero, esa operación quedó trabada al no poder emitirse la primera tanda de bonos por 670 millones de dólares debido a las altas tasas de interés que debía pagar el país por la desconfianza que genera en los mercados internacionales.
El proyecto del tren de alta velocidad a Mendoza
Con el proyecto del "tren rápido a Mendoza", la crisis financiera internacional, que produjo una retracción del crédito, impidió a las empresas interesadas conseguir financiamiento para construir y mantener el tramo de más de 1.000 kilómetros.
Vale recordar que el tren de alta prestación que unirá Mendoza con la Capital Federal requiere una inversión de 10 mil millones de pesos, de acuerdo al presupuesto estimado, de los cuales los oferentes deben contar con el financiamiento garantizado de la mitad al momento de presentar sus propuestas.
El proyecto determina la construcción de una vía paralela a la existente, con desvíos dinámicos largos para los que se utilizará la informática en el movimiento de trenes y un nuevo sistema de comunicaciones. Además, se construirán puentes y pasos a nivel elevados.
El tren podrá alcanzar una velocidad de 160 km/h y será para no menos de 550 personas, en 2 clases. También se planificaron 3 servicios diarios, 1 de ellos express diurno, que demorará unas 8 horas en unir Mendoza con la estación porteña de Retiro (un par de horas menos que los que paren en el resto de los pueblos y ciudades del trayecto).
REACTIVACION FERROVIARIA
El ferrocarril a Mendoza, que pasa por Junín, será uno de los principales componentes del Trasandi
El proyecto se sustenta con la puesta en valor del ramal que sale de Retiro y que integra a la estación de trenes de nuestra ciudad.
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