RECONOCIDO OFTALMÓLOGO DE NUESTRO MEDIO

Ariel Morro: “Tengo hechas entre diez y quince mil operaciones”

Abrió su clínica hace poco más de quince años y enseguida se convirtió en una referencia en cirugías láser. Afirma que, más allá de su capacidad, la clave es trabajar e invertir en tecnología de punta.

Como se sabe, 2001 fue un año muy complejo desde lo económico y social. Sin embargo, fue ese el período en que el doctor Ariel Morro abrió su clínica oftalmológica en Junín y, más allá del contexto, el emprendimiento fue un éxito.
Morro cree que la respuesta positiva que obtuvo se explica en que desarrolló aquí una técnica que no se hacía en Junín, como la operación con láser, y también gracias a la constante incorporación de tecnología de punta, que acompaña su capacidad y su "expertise".

Médico
Morro nació en la localidad bonaerense de Colón. Allí practicó algo de rugby y jugó al fútbol como marcador de punta izquierdo en el Club Porteño, hasta sus 17 años, cuando se fue a hacer el servicio militar a San Nicolás y, luego, a estudiar Medicina a Córdoba.
En la carrera le fue bien. Al principio no sabía qué especialidad seguir, ya que estaba entre cardiología y oftalmología, pero en segundo año se definió por esta última.
“Yo cursé algunas materias con Luis ‘Mostaza’ Sánchez –recuerda– un médico de Córdoba cuyo padre tenía una clínica oftalmológica, entonces empecé a ver lo que hacían ahí, me empezó a gustar y me decidí por esta especialidad”.
Cuando terminó la carrera rindió la residencia en Buenos Aires porque quería hacer oftalmopediatría, le fue bien e ingresó en el Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”. Dos años más tarde pidió el pase al Hospital Santa Lucía, donde estuvo otros tres años. Además, hizo concurrencias en la Clínica de Ojos "Dr. Nano".

Práctica profesional
Cuando terminó la residencia, junto con un amigo abrió una clínica en la ciudad de Salto. “Ahí estuve cuatro años, me fue bien, hasta que surgió la posibilidad de instalar algo acá”, explica.
En ese momento, Junín le pareció una plaza muy interesante para ejercer su profesión. En Salto “veía que muchas personas se venían a atender acá, y esta ciudad absorbía muchos pacientes de la región”.
Era el año 2001 cuando arrancó con su clínica Visión Láser, en ese entonces en Remedios Escalada de San Martín 195.
Al principio no tenía un láser propio para operar, entonces alquilaba uno. “Y acá no había nadie que lo hiciera”, asegura. Esa fue una de las razones por las que enseguida le fue bien. “Tal vez porque era algo nuevo y la novedad siempre atrae”, dice.
A partir de ahí, logró sostenerlo porque siempre le dedicó “mucho esfuerzo e inversión a la tecnología y a incorporar aparatología nueva”. Es que, de acuerdo a su análisis, apostar a la innovación constante “es importante para estar actualizado y no cometer errores en la parte quirúrgica, porque a los aparatos más viejos son buenos, pero en los más nuevos los métodos de diagnóstico son diferentes y son más exactos”.
En el año 2005 mudó su clínica a Pellegrini 172, donde está actualmente.
“El crecimiento fue continuo, yo trabajo bastante bien”, dice Morro, para luego añadir: “De hecho, yo le dedicaba muchas más horas de trabajo, pero llega el momento en que uno se da cuenta de que tiene que una familia y quiere brindarle más tiempo. Yo trabajaba hasta los domingos, porque el sábado operaba y al otro día volvían a hacer los controles post quirúrgicos. Eso también me permitió tener un respaldo económico como para sumar tecnología, porque estos aparatos son muy caros”.
En la actualidad, unas doce personas trabajan en su clínica, entre profesionales y administrativos.

Su profesión
Lo que más hace Morro en su clínica es lo relacionado a la cirugía de cataratas y las refractivas, como miopía, astigmatismo o hipermetropía. “Ahora también estamos haciendo cirugías para la presbicia”, añade, respecto a una intervención para la implantación de lentes dentro del ojo que permiten ver de cerca y de lejos. “Por eso hay que tener buenos aparatos, porque son lentes que valen más de mil dólares cada una”, insiste el doctor Morro.
Dentro de la oftalmología, Morro se dedica principalmente a lo quirúrgico. Lo más común hoy en día son las cataratas y las intervenciones para miopía o estigmatismo. “Tengo hechas entre diez y quince mil cirugías”, puntualiza. Lo que implica una gran responsabilidad, como él mismo señala: “Esto es muy preciso y no le podés errar. Porque el paciente gasta mucha plata en eso, entonces hay que tener la mayor seguridad posible. Y con la habilidad del profesional no alcanza, hay que tener las mejores herramientas”.

Balance
Morro remarca la gratitud hacia su actividad. “Ayer operamos una chica que tenía seis de miopía y cuando terminó la operación, se levantó llorando. Esto le cambia la vida a la gente, y eso es una satisfacción enorme para mí”.
Por eso, al momento de hacer un balance, se muestra satisfecho con lo realizado: “Siempre hice lo que me gustaba y le metí mucha garra, mucho trabajo. Y para mi formación me pude rodear con los mejores de este rubro. Me fue bien trabajando e invirtiendo, porque esta carrera en particular exige eso. Y también hay que ser sincero, si tengo la más mínima duda sobre si un paciente necesita o no una cirugía, no lo opero. Tengo mucho cuidado. Y eso la gente lo valora”. <

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