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>La Agencia Municipal de Seguridad Vial aumentó la cantidad de controles en el verano y las autoridades de la oficina afirman que se ve “una mejoría”.
>LA AGENCIA MUNICIPAL DE SEGURIDAD VIAL INTENSIFICÓ SU TRABAJO

Tránsito: incrementaron los operativos y hay más multas y agresiones a agentes

>Afirman que el hecho de que haya más controles genera “más posibilidades de encontronazos” con los inspectores. Además, a partir de abril van a poder empezar a cotejar las estadísticas de infracciones de manera interanual. La cantidad de accidentes se mantiene estable, pero son más graves.

Antes de que comenzara el verano, los responsables de la Agencia Municipal de Seguridad Vial (AMSV) habían adelantado que a partir de diciembre se incrementarían los operativos de control de tránsito. Esta medida apuntaba a morigerar los problemas que ocasionaron años anteriores –principalmente en épocas estivales– la gran cantidad de motos que circulan por las calles de Junín que, con la suba de las temperaturas, aumentan aún más.
Una vez comenzada la temporada veraniega, la AMSV cumplió con su promesa y elevó notablemente la cantidad de operativos en distintos puntos estratégicos, algo que se advierte claramente al circular por las calles de la ciudad.
Cuando ya van dos meses de esta decisión, los responsables de la dependencia encargada de velar por el ordenamiento del tránsito en Junín llegaron a dos conclusiones, una vez evaluados los resultados preliminares. Como si fuera un chiste clásico, las noticias son “una buena y una mala”.
Por un lado, el titular de la AMSV, Eduardo Naya, afirma que el problema de las motos “se pudo disminuir”, aunque aclara que es consciente de que todavía falta para llegar al ideal. “Estamos lejos todavía de lo que pretendemos, pero vamos a pie firme y con muy buen ritmo”, asevera. Lo cierto es que en el municipio muestran satisfacción porque los conflictos con los motociclistas y las “banditas” que otros años mantuvieron en vilo a la ciudad, no están siendo tan problemáticos en esta temporada veraniega.
Pero, por otro lado, la intensificación de los controles trajo aparejada otras consecuencias: una suba en la cantidad de infracciones labradas y, lo que es más grave, el crecimiento de las agresiones hacia los agentes de tránsito.
Para Naya, hay una relación directa entre la decisión que tomó la agencia y las reacciones de algunos conductores: “Si antes se hacía un operativo por semana y ahora se hacen diez, es lógico que haya más posibilidades de fricción y de encontronazos. Por suerte, hasta ahora todos han sido controlables, aunque no hay que soslayarlos. La idea es hacer mucha más docencia, hablarle a la gente y concientizar porque el agente de tránsito y el policía lo que están haciendo es cuidarlos”.

Más violencia
“Quiero agradecerles por el trabajo enorme que realizan, porque es muy duro y están expuestos de manera permanente. A veces hay situaciones complicadas, con agresiones incluidas”, dijo a los agentes esta semana el intendente, Pablo Petrecca, en un acto en el que les entregó nueva indumentaria a los efectivos de la dependencia.
En efecto, los ataques a los inspectores han aumentado con la intensificación de los operativos. El domingo pasado un menor de 17 años colisionó intencionalmente con su moto a un inspector cuando huía de un control vehicular. Una semana antes, en Primera Junta e Hipólito Yrigoyen, un hombre de 26 años insultó a dos inspectoras que le habían pedido la documentación de su motocicleta durante un operativo y, tras negarse a presentar lo solicitado, agredió físicamente a una de ellas mediante un golpe de puño en el rostro.
Estos son apenas dos ejemplos de los últimos días.
“Uno a veces no entiende cómo suceden estas cosas”, se lamenta Naya y remarca que el trabajo de los agentes de su oficina están para proteger a los conductores y transeúntes: “No comprenden que les estamos cuidando su propia vida o hasta la posibilidad de que cometan un delito, porque cuando alguien atropella a una persona y como consecuencia de ello, muere, el conductor se transforma en un homicida, quiera o no quiere, más allá de que sea doloso o culposo, y la responsabilidad está prevista en el Código Penal. Entonces, cuando uno labra una infracción está cuidando a esa persona y a los demás que andan por la calle”.

Más infracciones
La otra consecuencia directa del aumento de los controles es una mayor cantidad de infracciones labradas.
Esto lo advierten las autoridades de la AMSV, aunque para tener estadísticas eficientes deberán esperar hasta, por lo menos, abril de este año, puesto que recién allí podrán comparar los cambios de un año al otro.
Esto es así, según explican, porque cuando asumió la actual administración no estaba en funcionamiento el Observatorio de Tránsito, que recién se activó en abril de 2016. Por este motivo, en el mismo mes de este año tendrán datos para poder cotejarlos de manera interanual.
“Al final de esta administración vamos a poder evaluar si nuestra gestión sirvió para bajar la cantidad de accidentes o no. Lamentablemente, hoy no tenemos muchos elementos porque no había estadísticas”, explica Naya.

Mejores resultados
Como quedó dicho, la estrategia del municipio fue la de intensificar los controles en esta época del año lo que, en palabras de los responsables del área de Seguridad Vial, está permitiendo “logros más importantes que seguramente se ven en la calle”.
Así lo ratifica Naya: “A mí me gusta que sea la gente la que juzgue nuestro trabajo, aunque yo, como ciudadano, veo una mejoría. Es algo lento, pero se ve. El problema de las motos ya no es tan grande, ya no hay tantas motos con corte, aumentó de a poco el uso del casco, así que creo que lentamente vamos cambiando la curva”.
La cuestión de los ciclomotores también tiene sus particularidades. Por un lado, al no ser esta época de clases, no está tan presente el tema de las llamadas moto-colectivos, en las que van varios arriba del rodado. Pero sí se agrava el de la nocturnidad y los jóvenes que andan en grupos grandes.
Para Naya, este no es un problema solamente del tránsito porque, si bien muchas veces no se respetan las normas, “es algo mucho más complejo” que abarca los ruidos molestos, desórdenes en la vía pública y, en la medida que se suman motocicletas, “se transforma en una masa, y un joven que individualmente puede ser correcto, cuando se masifica, pierde un poco de su personalidad y se deja llevar por el conjunto”.
Con todo, el funcionario insiste en que “se pudo disminuir la problemática, a la plaza Marcilla siguen yendo jóvenes pero no molestan tanto a los vecinos ni hacen picadas, ha mejorado en un porcentaje importante”.

Operativos coordinados
En el último tiempo, el control en el tránsito se hace, mayormente, en coordinación con la policía. Además, se están implementando nuevas estrategias. Es que las actuales autoridades de la AMSV consideraban que los operativos eran estables y se efectuaban siempre en los mismos lugares.
Por tal motivo, se buscan lugares nuevos “donde sorprenda”, de manera de darle una dinámica que haga que no sea tan previsible. “Si vamos todos los días al mismo lugar, las infracciones se cometen en otro lado. La idea es cubrir toda la ciudad, yo sé que hay barrios que quisieran más presencia nuestra, pero los problemas más grandes están más bien en la zona céntrica”, resume Naya.
Sin ir más lejos, el jueves último se llevaron a cabo operativos conjuntos en casi todos los pasos a nivel de la ciudad. Estos cruces son considerados como “estratégicos” porque favorece el control vehicular.
Además, también se realizan diferentes tipos de operativos en los que se piden diferentes cosas a los conductores. Inclusive, se han hecho exámenes de alcoholemia durante el día, cuando normalmente se hacían solamente en horario nocturno.
“La idea es ir cambiando –concluye Naya–, si uno es infractor y sabe que los operativos están siempre en el mismo lugar, resulta fácil evadirlos. Pero no se trata de sorprender de manera malintencionada, sino con tratar de llegar a que la gente se eduque, que obligue al conductor a estar en regla y respetando las normas de tránsito”.<

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