Oscar Peretti: “Me siento privilegiado de haber trabajado para mi ciudad”

Hoy se cumplen 33 años un día histórico: el 30 de octubre de 1983 Raúl Alfonsín ganaba las elecciones presidenciales que se desarrollaban después de los siete años que duró la más sangrienta dictadura que sufrió la Argentina.
Ese día, Abel Miguel obtenía la Intendencia de Junín y con él, el abogado Oscar Peretti ingresaría a la función pública como consejero escolar. Ese fue el inicio del camino de Peretti en la política local, en la que fue un destacado referente del Honorable Concejo Deliberante, donde ocupó una banca durante 16 años, y la presidencia por 13 períodos.

Abogado
Después de hacer el primario en la Escuela N° 24 y el secundario el Comercial, Peretti se fue a estudiar abogacía a La Plata. “Fue una vocación natural, porque no me gustaba mucho la matemática y sí la instrucción cívica, la historia, la política”, comenta.
Cuando se recibió, con 24 años, tuvo varias ofertas para quedarse en La Plata, pero se vio tentado por una propuesta de nuestra ciudad, ya que en ese momento se estaba creando la delegación regional de Junín de la Dirección General Impositiva (DGI, hoy AFIP) y lo convocaron para sumarse a esa dependencia. Rindió un examen de ingreso y fue designado.
Primero fue asesor, pasó por la oficina de Revisión y Recursos, siguió como jefe de Jurídicas y en 1977 ganó por concurso el puesto de agente fiscal.
Al mismo tiempo, ejerció la profesión de manera particular en su estudio. “Siempre hice, básicamente, derecho civil y comercial, algunos temas de familia, y mucho de responsabilidad civil por accidentes, porque somos abogados de compañías de seguros, y una vez que me jubilé de la AFIP, pasado el tiempo que exige el reglamento, empecé a atender temas vinculados con el derecho tributario”, enumera Peretti.

La política
Oscar afirma que mamó el radicalismo desde chico, porque su padre era de ese partido.
Ya en 1983, empezó a participar con más énfasis. “Raúl Alfonsín fue el gran movilizador que nos entusiasmó a todos”, asegura.
Cuando Abel Miguel ganó la Intendencia, él entró como consejero escolar, donde estuvo dos años.
En 1987 fue elegido concejal, donde permaneció por 16 años. En trece de esos períodos fue presidente del cuerpo.
“El trabajo legislativo –señala– me dejó muchas satisfacciones por la buena relación que mantuvimos con todos los bloques. Creo haberme llevado la estima de todos los concejales, incluso de la oposición, con quienes establecimos un vínculo muy bueno”.

Logros
Como profesional, miembro del Colegio de Abogados y concejal, fue impulsor de la creación del Juzgado Federal en Junín. En el Colegio se preparó el proyecto, él lo promovió ante las autoridades de la DGI, se hizo el pedido al Poder Ejecutivo Nacional por medio del Concejo Deliberante, y finalmente Julio Ginzo y René Pérez, que eran diputados nacionales de Junín y de Rojas, llevaron la iniciativa a la Cámara de Diputados. “Lograr eso fue una satisfacción muy grande”, dice Peretti.
También fue autor del proyecto que instruyó al entonces intendente Miguel para promover un amparo para semaforizar la Ruta 7, algo muy necesario por la gran cantidad de accidentes que había y que el Estado nacional, a través de Vialidad, se negaba a realizar.
“Algo parecido fue el amparo contra las concesionarias viales –agrega Peretti– por la estación de peaje en Agustín Roca, que fue instalada a dos kilómetros del pueblo y perjudicaba notablemente a los vecinos de esa localidad. Ahí el juzgado de Junín dicto una cautelar que se mantiene hasta nuestros días”.

Un paso al costado
Aunque nunca dejó la política, al terminar su cuarto mandato y con la derrota del miguelismo en las elecciones de 2003, Peretti dio un paso al costado. Su participación fue, a partir de allí, desde otro lugar.
“Mantuve las reuniones con los amigos con los que compartimos el gobierno comunal y no me desinteresé de la política, pero sí mi participación es otra”, comenta, para luego subrayar: “Nunca renuncié al radicalismo y sigo en sus filas”.
En cuanto a sus aspiraciones políticas, sostiene que, si bien le hubiese gustado tener un cargo legislativo provincial o nacional, siempre priorizó su profesión y su familia: “Abracé el derecho con mucho cariño y lo ejerzo con mucha alegría, así que no podría haber dejado el estudio y desatender a mi familia para ser diputado. Además, me siento privilegiado de haber podido estar tantos años en el Concejo Deliberante, trabajando para mi ciudad”.

Balance
Al momento de hacer un balance Peretti se muestra satisfecho.
“No me puedo quejar de lo que ha sido mi vida –asegura–, me considero muy feliz de pensar que, si tuviera una segunda vida y la oportunidad de repetir la que he vivido, no me quejaría, por mí, por mi esposa, mis cuatro hijos y mis once nietos. Y en cuanto a mi función, me enorgullece poder ir por la ciudad, saludando a todo el mundo, mirando a los ojos a cualquiera, sin que nadie lo pueda señalar a uno por cuestiones de moralidad o comportamiento público”.