DISCONFORMIDAD GREMIAL

Califican bono navideño para jubilados como “vergonzoso”

José Luis Álvarez, referente del centro de jubilados de ATE Junín, rechazó el bono de fin de año de 1000 pesos que anunció el gobierno nacional para la clase pasiva.

José Luis Álvarez, referente del centro de jubilados de ATE Junín, rechazó el bono de fin de año de 1000 pesos que anunció el gobierno nacional para la clase pasiva del haber mínimo y para beneficiarios de la asignación por hijo, y la consideró “una verdadera vergüenza”. El dirigente de la tercera edad opinó que “los sindicalistas deberían ponerse los pantalones largos y rechazar estas cosas”.
Álvarez, declaró a continuación que “estamos preocupados porque uno piensa y repiensa y no se da cuenta en qué mundo vivimos, probablemente en el mundo del revés, los jubilados. Se ha prometido mucho y no se ha cumplido nada, no queremos vivir de rodillas, queremos ser dignos”.
A su vez, realizó una autocrítica: “Los jubilados estamos esperando que venga un mesías que nos arregle todo y eso no va a suceder, hay que luchar. No voy a bajar los brazos por todos los que lucharon por nuestros derechos”. “A los activos les aviso que van a estar peor que nosotros, porque no van a tener más jubilaciones, les van a dar un subsidio a la vejez y listo”, puntualizó.
Más adelante, Álvarez dijo que “nunca se habló tanto en las campañas políticas como en la pasada de los jubilados y no se cumplió nada. Se hablaba de que ninguna jubilación iba a ser menor al salario mínimo vital y móvil, que se iba a instalar el 82% móvil y quedó todo en el aire. Estamos peor que antes”.
“Se habla de reparación histórica, pero es extorsiva porque se aprovecha de la edad y de la enfermedad de los jubilados para darle mucho menos de lo que le corresponde. Lógicamente una persona en esas condiciones agarra lo que sea y no es una reparación eso”, arremetió.
Finalmente, aseveró: “El bono que nos da el gobierno nacional a los pasivos del haber mínimo (de 1000 pesos) es faltarnos el respeto. Para el Estado somos un número, más de seis millones de personas estamos así, es una vergüenza”.
“Queremos que los sindicalistas se pongan los pantalones largos, tengan dignidad y luchen por lo nuestro, no aceptando cualquier cosa”, cerró.

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