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DESTACADA TRAYECTORIA COMERCIAL

Amado Julio Abdala tiene en su haber 60 años en el rubro de la construcción

A punto de cumplir 83 años de edad, el reconocido comerciante de nuestra ciudad, recordó sus inicios en la venta de aberturas y materiales para la construcción. Asimismo destacó la actividad comercial actual, en venta de sanitarios, grifería y cañerías.

Amado Julio Abdala, de Casa Abdala, hace 60 años que está en el rubro de la construcción, siendo uno de los empresarios con mayor trayectoria comercial en nuestra ciudad.
En diálogo con Democracia, al hacer un balance de este nuevo aniversario cumplido el 21 de junio del corriente año, Abdala se refirió a su posición ante la vida laboral, para superar los vaivenes de las economías, de los gobiernos, durante más de medio siglo.
A punto de cumplir 83 años, Amado manifestó que para poder estar activo y seguir adelante en un negocio, hay “una cosa que la persona debe hacer: siempre mirar para adelante, más allá de lo bueno y lo malo que suceda”.
“Uno debe cumplir su horario de entrada y salida y no quedarse ‘encerrado’ en el negocio, tampoco hacerse tanta malasangre, aunque siempre se debe llevar al comercio como corresponde, como una casa de familia, que sirva para vivir, para el sustento”, dijo.
No olvidó de mencionar a sus hijos, Daniel Julio y Marcelo Julio Abdala quienes siguen sus pasos, siempre en el comercio ubicado en Primera Junta.

Hace 60 años
“El 21 de junio de 1956 puse el negocio y como era conocido en el ramo, abrí las puertas con la mercadería que la gente (de las fábricas) que me conocía me dio para vender. Me llenaron el negocio de mercadería sin poner un solo peso, para que cuando vendiera girara el dinero producto de esa venta y así. Vendía aberturas, por ejemplo, si vendía una, giraba el dinero por esa venta. Comencé de esa manera, ayudado por quienes me daban la mercadería  para vender porque creían en mi honestidad, que la llevé adelante siempre. Yo nunca tuve problemas con nadie, lo que pido a las fábricas me lo mandan. Y en aquellos años, fue lo que me ayudó a abrirme camino”, explicó.
Al recordar su inicio en las ventas, Amado sostuvo que empezó vendiendo puertas y ventanas, cañerías, hierro, y que después, a los dos años, anexó el corralón. “Me inicié en calle Primera Junta y avenida Alvear, en un salón, luego puse el corralón en un depósito de un lote, y pasados algunos años más construí el salón que actualmente tengo en existencia, en Primera Junta 729. Vendo de todo en materia de sanitarios, grifería, accesorios, cañerías, menos materiales gruesos (arena, piedra, cal, cemento, etc.), eso no vendo más desde hace 30 años”, apuntó.
“Pasamos de todo, en cuanto a subas y bajas de precios. Hubo años en que las cosas no aumentaban nunca, siempre estaban igual, recuerdo que vendía puertas y ventanas siempre al mismo precio. Me acuerdo que por la década del ’50, vendí durante cinco años, un tipo de puerta  a 90 pesos”, sostuvo el entrevistado.

Hoy
De acuerdo a lo manifestado por Abdala, por estos días la inflación ha parado, aunque para este mes se esperan aumentos en dos o tres puntos,  en algunas cosas.
Su experiencia lo ayuda a salvar inconvenientes y problemas para su comercio.
“Esto es como los supermercados, te aumentan dos o tres puntos y después, para que uno compre cantidad de mercadería, te hacen ofertas muy buenas. Es un juego y hay que manejarlo. Por ejemplo, hoy no compro porque la situación no da para comprar e invertir tanta plata en mercadería, entonces espero y cuando veo la oportunidad, compro en cantidad a otros precios”, explicó.
A la pregunta si compraban todo en Argentina o también a fábricas de otros países, Abdala respondió que, del  extranjero, muy pocas cosas.
“Compramos en el país, no solo porque uno tiene una garantía sino porque soy argentino y quiero que mi país siga adelante. Es importante invertir acá. A veces no entiendo a los gobiernos. Me parece bien que hagan intercambio, pero con un límite. No podemos abrir las fronteras y dejar que las fábricas argentinas cierren, que no haya trabajo en el país. Si compramos afuera le damos trabajo a los de afuera y no a los de nuestro país”, reflexionó.
Respecto a la situación actual, según Abdala trabajo hay para todos. “El que no trabaja es porque está mantenido por el Estado todavía. En Junín no falta trabajo, está mermando. Bajaron las ventas, pero el comercio, de una forma u otra, sigue manteniendo a su gente, a sus trabajadores. No se puede echar a la gente de un día para el otro, porque un buen día, empieza a subir el trabajo y uno se encuentra con que no tiene a la gente especializada porque la echó”, manifestó.

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