TRIBUNA DEL LECTOR

Embajador Sadous

Ahora que toda la sociedad ha reconocido la expansión insoportable de la corrupción que anidaba en los negocios del Estado y el sector privado y se ha desatado una guerra santa contra los deshonestos, llegó la hora de rendir merecido homenaje a uno de los pocos hombres que, desde un alto cargo, hace unos años, se animó a denunciar la existencia de coimas en las ventas de maquinaria agrícola a Venezuela.
Ese hombre fue nuestro embajador Eduardo Sadous, que inmediatamente fue apartado de su cargo, degradado en su carrera diplomática y -créase o no- procesado penalmente por “falso testimonio” ya que a los empresarios que le habían contado de las coimas, cuando fueron citados por la Justicia, les agarró amnesia y negaron lo sucedido.
Hoy el cuadro de situación es el siguiente: los responsables del armado de una embajada paralela en Venezuela y los empresarios que aceptaron pagar coimas -práctica generalizada que acaba de reconocer un ex presidente de la UIA- andan sueltos y tranquilos, mientras que el que se atrevió a denunciar la corrupción se encuentra en apuros.
Ante la afrenta que padece este ciudadano ejemplar, ¿podemos como sociedad mantenernos indiferentes o debemos salir a expresar nuestra solidaridad y reclamo de justicia? Espero que optemos masivamente por esta alternativa.

Patricio Gustavo Rosas
DNI 4.974.417

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