“Diálogo y mecanismos de compensación”

“Cuando un tema de conflicto se instala al principio de una pareja, se busca resolverlo a través de la discusión. A veces eso se logra. A veces es dejado de lado ante la falta de acuerdo y reaparece en el futuro en la forma de pinceladas o retazos. Se discute por cuestiones tales como la educación de los hijos (la mujer en este terreno suele interesarse por aspectos de fondo como la elección del colegio y el hombre por cuestiones operativas, como la distancia que separa al colegio de la casa). El manejo de la economía familiar también es un tema muy presente como causa de discusiones, según se ve en el consultorio. La frecuencia sexual lo es menos, porque sólo se convierte en conflictiva cuando no se habla. Habiendo acuerdos de por medio, hasta existen casos de parejas que no tienen sexo y que lo subliman en otros proyectos. En otros casos, la genitalidad es combinada y compensada con otros gestos, como un beso o una caricia. Las asimetrías de poder dentro de la pareja se transforman en motivo de discusión y en problema de difícil solución cuando no existen mecanismos de compensación. Un caso típico es el de la mujer que gana más o que sostiene la casa y logra compensar este elemento haciendo que su marido se sienta útil, por ejemplo, a través de actividades en el hogar”.