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ADULTOS MAYORES Y REDES SOCIALES

Ahora la abuela también usa Whatsapp y se abrió una cuenta en Facebook

Alrededor de 39 millones de usuarios de las redes sociales tendrían más de 65 años.

Con sus 80 años, Mabel Roble es una usuaria activa de whatsapp y de Facebook. El hecho de pertenecer a una generación analógica que ya estaba entrada en años cuando se popularizó internet y la banda ancha comenzó a funcionar como hoy la conocemos, no fue un impedimento para que ella se aggiornara frente a los nuevos dispositivos técnicos.    
Se estima que existen unos 39 millones de usuarios de redes sociales que tienen más de 65 años, según datos publicados por el portal iProfesional.
Mabel tiene tres grupos de Whatsapp. “Hace dos semanas estamos tratando de organizar con unas amigas cuándo nos reunimos, pero todavía no nos podemos  poner de acuerdo. En vez de usar el teléfono, nos mandamos mensajes”, dice, y cuenta que también se entretiene mandando fotos: “El otro día fui a un casamiento y mis hijas me preguntaron cómo me estaba yendo. Entonces les mandé fotos de la fiesta”.
Dice que también usa el celular para buscar información sobre asuntos que le interesen. “Incluso llegué a mirar una película. Estoy usando cada vez menos la computadora. Como siempre tengo el teléfono a mano, me queda más cómodo”, comenta.
Aunque cada vez más adultos mayores se convierten en usuarios de dispositivos tecnológicos, un estudio realizado por Pew Research señala que continúan siendo un nicho de mercado relegado por la mayoría de las plataformas online y las empresas de tecnología.
En este sentido, la gerontóloga Silvia Gascón plantea la necesidad de hacer algo al respecto. Sostiene que el uso de manera autónoma del teléfono celular decrece con la edad: mientras que entre los 60 y 74 años dos de cada tres usan el celular sin ayuda, a partir de los 75 la cifra desciende a uno de cada tres. Según explica la especialista, en muchos casos el principal motivo de la renuncia al uso del móvil se relaciona con alguna dificultad en su manipulación, sobre todo por el tamaño de los símbolos.
“Es imprescindible que las instituciones ofrezcan nuevas oportunidades para que las personas mayores puedan utilizar este tipo de tecnologías. Si bien el Estado tiene un rol rector en la formulación de políticas para los adultos mayores también se debe advertir que el sector privado no ha comprendido el creciente grupo de ‘nuevos clientes’ que constituye la población mayor y no los tiene en cuenta a la hora de introducir productos en el mercado”, señala Gascón.
El uso de las alarmas que traen los celulares para recordar la toma de medicamentos o la seguridad que ofrece salir a la calle con un teléfono para realizar llamadas en caso de necesidad o para ser localizados de inmediato, figuran entre los beneficios que encuentran en el celular las personas mayores. También las cámaras de foto, que suelen resultar entretenidas y de fácil manipulación.   
“En general, las nuevas tecnologías son útiles como medio de interacción social, acceso a la cultura, utilización del tiempo libre, autocuidado de la salud y nuevas oportunidades educativas y laborales. Brindan la posibilidad de estar conectado con amigos, familiares e incluso de establecer nuevos contactos”, afirma Gascón y señala que los cursos de informática son los más solicitados en las facultades o centros de la tercera edad.
Ayelén Mele es profesora del taller de redes sociales que se dicta en el Pepam. “Aprenden a usar Facebook, Skype, Twitter y Snapchat. Los dos primeros son los que más usan, porque muchos tienen hijos que viven en otras ciudades y eso les permite seguirles el día a día y estar más conectados”, dice la docente.
Entre las características de sus alumnos, Mele destaca las ganas de aprender: “Los entusiasma subir fotos y compartirlas con sus amigos y contactos. Sienten mucha satisfacción cuando logran armar su primer álbum. A veces les da miedo la privacidad, pero en el curso hacemos mucho hincapié en esa cuestión”.
Mele comenta que aprender cosas nuevas sirve también para entrenar la cabeza y que el hecho de no depender de otros para, por ejemplo, cambiar la foto de perfil les refuerza el autoestima. “Al formar parte de lo que está viviendo la comunidad más joven se sienten más incluidos en el sistema”, señala.
Según el estudio realizado por Pew Research,Facebook, Twitter ySkype son las plataformas más elegidas por la tercera edad. En cuanto a las actividades que realizan online, un 40% dijo utilizar estos dispositivos para comunicarse con la familia y amigos, un 30% de los encuestados señaló que recurre a Facebook para compartir fotos y uno de cada cinco señaló entretenerse con los juegos que ofrecen las redes sociales.
Gascón señala que como consecuencia de todo esto, las asociaciones de personas mayores están creando sitios web en Internet para ofrecer información institucional y de sus actividades. También, con la intención de abrir espacios para el intercambio de experiencia entre los adultos mayores.
De hecho, sobre todo en países del primer mundo, y de manera más incipiente en nuestro país, cada vez más se recurre a las nuevas tecnologías como instrumento de ayuda, asistencia sanitaria y de primeros auxilios para las personas mayores.
Pese a esto, Gascón remarca la necesidad de considerar a los adultos mayores como una población heterogénea, con diferente poder adquisitivo: muchas veces impedidos de acceder a estos beneficios. “Dentro de las personas mayores también surgen diferencias según el sub-grupo etéreo al que se pertenece, el tipo de actividad desarrollada a lo largo de la vida, las oportunidades educativas y los intereses y preferencias”.
En relación a esto, la especialista señala que actualmente el 64% de los adultos mayores no usa el cajero automático por sí solo para retirar dinero u otros trámites. De ese total, cuatro de cada diez prefieren retirar el dinero por ventanilla y un 21% considera que su funcionamiento es complicado. Un, un 18% ni siquiera cuenta con tarjeta de débito. En cuanto al uso del teléfono celular, un 44,5% no lo utiliza por sí solo.
Los especialistas consultados consideran importante y fuente de múltiples beneficios que los adultos mayores puedan acceder y aprendan a usar dispositivos tecnológicos.
“Aprender a usar Whatsapp o a manejarse en redes sociales para ellos suele ser un desafío que los llena de entusiasmo. Además, es una forma de cubrir soledades. Así están acompañados”, plantea la gerontóloga Mercedes Spinetta, referente consultivo del Anses.

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