DIAGNOSTICO ELABORADO POR EL MUNICIPIO A PARTIR DE UN PROGRAMA DE LA RED UR-BAL

Un 49% de juninenses encuestados cree que vivir en nuestra ciudad es seguro

El porcentaje de sensación de inseguridad aumenta cuando se trata de la provincia. En este sentido, el 77,71% de los consultados, siente que Buenos Aires es insegura.

En el marco del programa URB-AL, el Gobierno Local llevó adelante un diagnóstico de la incidencia de la migración e inmigración desde realidades diferentes con efectos en la seguridad urbana, proyecto coordinado por la ciudad de Riobamba (Ecuador). Dicho trabajo de investigación fue elaborado por la Dirección de Estadísticas del municipio a cargo de la licenciada Macarena Fernández,  la cual explicó que «la intención es obtener datos para luego aplicar políticas. Se tomó una muestra aleatoria de los hogares de Junín, aplicar un cuestionario y se centró en victimización, violencia intra-familiar, migración y también se preguntó sobre sensación de inseguridad» y sobre este punto, la funcionaria municipal destacó que «una cosa es la inseguridad en sí, es decir el número de delitos que ocurren en una localidad y otra cosa es la sensación de inseguridad que puede tener esa localidad. Lo que deseamos es medir la brecha que existe entre estas dos variables en nuestra ciudad».En conferencia de prensa brindada en la tarde de ayer, de la cual tomó parte también el secretario general y de seguridad, doctor Damián Itoiz, la licenciada Macarena Fernández manifestó que «estos datos no son comunes de encontrar en localidades de nuestra magnitud, generalmente estos datos se dan a nivel nación». «Nosotros, con este tipo de estudios, podemos bajar los datos y conocer la realidad desde otro punto de vista», remarcó.Un equipo de en-cuestadores, previamente capacitados en la temática, realizó las encuestas en los hogares, desde el 22 al 27 de mayo de este año.

Los datos extraídos

En la encuesta, los habitantes fueron consultados acerca de su sensación de inseguridad tanto en la ciudad como en los diferentes espacios en los que se desarrollan.Así, se desprende de la encuesta que el 49,04% considera que vivir en Junín es seguro contra el 47,13% que piensa que no lo es. A su vez, el 77,71 por ciento de los encuestados consideró que vivir en la provincia de Buenos Aires es inseguro y solamente un 1,59% considera seguro al territorio provincial. Respecto a los delitos que más temor causan a la gente, en primer lugar se encuentra el robo en domicilio (43%), violación (35%), secuestro (11%), asalto (4%), robo del negocio (2%), robo del vehículo (1%).El 66% de las personas consultadas no fue víctima de un delito y sí lo fue el 30 por ciento. El mayor porcentaje sufrió robo en domicilio (64%), el 14% sufrió el robo de vehículo, un 14% fue víctima de un asalto y un 6% padeció robo en negocio. También se consultó a las personas encuestadas acerca de dónde se consideraba que provenían los delincuentes que actúan en la ciudad. En este ítem, el 38% cree que es de Junín; el 32% piensa que proceden del Gran Buenos Aires y un 20% consideran que los delincuentes provienen de la región.

La migración y la inmigración

Aproximadamente el 6 por ciento de la población de Junín encuestada manifestó tener al menos un familiar en el exterior.De este porcentaje, la mitad tiene familiares en España (generalmente hijos o hermanos). Sólo el 10 por ciento de ellos envía dinero a la Argentina, para mantener el hogar.En segundo lugar se ubica Italia y luego países americanos como Estados Unidos y Colombia y americanos limítrofes. En lo referente a la inmigración, se calcula que aproximadamente el 2,5% de los hogares tiene un jefe de hogar extranjero. Un porcentaje muy bajo de este número corresponde a inmigrantes provenientes de países limítrofes.

La sensación de inseguridad

A su vez, el secretario general y de seguridad, Damián Itoiz señaló que «más allá de que exista una diferencia entre el hecho real del delito y la percepción de inseguridad de parte de la gente, a nosotros nos preocupa las dos cosas: el delito en sí mismo y la sensación de inseguridad porque vulnera el pleno y libre ejercicio de todos los derechos y la calidad de vida».Ante esto agregó Itoiz que «no hay política de seguridad que no contemple los dos conceptos, tanto combatir el delito propiamente dicho, sino también combatir la sensación de inseguridad, que, creo, es lo más difícil de todo».

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