TENDENCIA DELICTIVA

Cada vez recuperan más motos robadas pero en Junín el fenómeno no da tregua

La tasa de secuestros de vehículos con pedido de captura ya se acerca a la de denuncias por sustracciones, aunque estas no cesan. En los depósitos municipales ya hay más de 2800 rodados y no queda lugar. Afirman que las más buscadas por los delincuentes son las de 70 y 110 cc.

Es tan fácil para los delincuentes hurtar una moto, como difícil para las autoridades frenar este fenómeno delictivo en Junín.
A pesar de la intensa prevención policial, la incorporación de cámaras de seguridad y los operativos, el robo de este tipo de vehículos no cesa. No obstante, creció la cantidad de motocicletas recuperadas.
Según las estadísticas oficiales con las que trabaja la Policía Distrital de Junín, la tasa de hallazgos ya casi que se equipara con la de robos.
El mes pasado, las comisarías de la Ciudad recibieron doce denuncias por sustracciones y hubo nueve rodados recuperados, informaron fuentes policiales a Democracia.
Aunque en esas cifras no están incluidos los hechos que  no fueron denunciados.
Para Leandro Aristi, asesor de seguros en la agencia Seeguran, el robo de motos "está igual que siempre y ya hace unos años que no baja".
De todos modos, Aristi destacó que "lo bueno es que este año arrancaron con los controles y empezaron a pedir la documentación de los vehículos" y que "antes no las recuperaban tan rápido porque en los operativos no averiguaban si tenían pedido de captura o no".
En ese sentido, afirmó que a medida que "aumenten los controles se van a seguir recuperando rodados".
Las fuentes consultadas por este diario coincidieron en que en la Ciudad no existe un mercado negro de repuestos, por lo que se supone que los vehículos siniestrados son utilizados para circular, o bien, se intercambian las piezas con otras.
El comisario inspector Hugo Pellicone, jefe Distrital de Junín, dijo que uno de los motivos por el que aumentaron los secuestros de vehículos con pedido de captura fue por el incremento de las inspecciones a los talleres y agencias por la ley 13.081.
El otro, más visible, tiene que ver con los operativos realizados en la vía pública.
Aristi dijo a Democracia que en Junín, las motos más robadas son las más chicas, de cilindrada 70 y 110. "Prácticamente el 80% son esas. Distintos es en otras zonas como Rosario o el Gran Buenos Aires donde los robos son más violentos porque son motos grandes, similar al robo de autos", dijo.
El asesor de seguros destacó, al igual que Pellicone, la cantidad de controles en la Ciudad pero señaló que en las localidades de la Región no pasa lo mismo. "Una moto que roba acá se puede ir a una ciudad cercana, donde hay menos controles, y sigue circulando", afirmó
Otra de las medidas que dio buenos resultados en el último tiempo fue la de interceptar a quienes llevan los rodados caminando o "de tiro", es decir, remolcados por otra moto. Si bien en varias ocasiones puede tratarse de gente que se quedó sin nafta o sufrió un desperfecto, en otras tantas resultaron ser motos robadas.
"La única manera de bajarlo es aumentando los controles", opinó Aristi.  "Hay gente a la que le molestan los controles, pero más molesta cuando te roban", afirmó.
Para Pellicone, en tanto, es muy difícil erradicar este tipo de delito, que no insume violencia y que está prácticamente servido para los delincuentes.
Es que para robar una moto bastan un par de segundos. Y casi nunca hay testigos.
De hecho, en muchos de los casos, los damnificados por la sustracción de ciclomotores no habían tomado ninguna medida de seguridad.
Y en ocasiones, los traba volante o algunas lingas, no son un obstáculo mayor para los delincuentes.
Con todo, Aristi mencionó que en la actualidad, la mejor medida para protegerse del robo de moto es pagar unos pesos más y asegurar el vehículo contra robo. Si una 110 cc. abona 250 pesos de seguro por mes por la responsabilidad civil, la póliza contra sustracción es de unos $ 300.
Y en los rodados más caros, el seguro contra robo es aún más barato, dado el menor riesgo a que sean siniestradas.