ENFOQUE

La “herencia” que le deja Meoni a Petrecca

El nuevo intendente de Junín, Pablo Petrecca, recibe, como él mismo remarcó anoche, un municipio “en marcha”, con una “transición ordenada”, pero con algunas deudas pendientes, que pueden transformarse, si no se atacan a tiempo y con medidas eficientes, en una pesada herencia.
El tránsito es una de ellas. El Talón de Aquiles de la gestión meonista –nadie pudo siquiera aminorar el drama del tránsito en las calles juninenses- puede ser uno de los grandes dolores de cabeza del petrequismo, ya que con la llegada del calor, las picadas ya amenazan con recrudecer y adueñarse de las madrugadas, ante la casi nula presencia del Estado. La falta de transporte público es otra carga que contribuye al caos de tránsito. Y volver a instalar la cultura del colectivo va a demandar denodados esfuerzos comunales.
El basural a cielo abierto es otro problema complejo que le queda al macrista. Y de hecho el líder de Pro ya advirtió que pondrá las posibles soluciones a consideración de los vecinos. Sanearlo implicará, con todo, dejar de hacer otras obras, porque se trata de una iniciativa millonaria.   
En el terreno netamente político, la oposición ya habla de que el contador “no tendrá excusas” para no resolver los problemas, porque tendrá “todo el apoyo de Nación y Provincia”. Así, se entusiasman con dejar pasa la “luna de miel” y apuntar sus dardos a las promesas de campaña.
Petrecca tendrá que afrontar también el desafío de mantener unida la alianza con el radicalismo y la Coalición Cívica y arribar a consensos en el Concejo Deliberante, donde ninguna fuerza política ostenta la mayoría propia.

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