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REINSERCIÓN EN LA COMUNIDAD

Hacer para cambiar: cómo es el trabajo de resocialización en la cárcel de Junín

Cerca de un centenar de internos de la Unidad Penitenciaria N° 13 realiza talleres, cursos y terapias ocupacionales. Muchas de ellas tienen fines solidarios. El objetivo es "lograr un cambio" y demostrar que "se puede". El miércoles pasado entregaron certificados a los voluntarios.

La apuesta es hacer para cambiar. Por voluntad propia, internos de la Unidad Penitenciaria (UP) N° 13 de Junín realizan cursos, talleres, actividades artísticas y terapias ocupacionales como método de resociabilización.  Y muchas de las acciones tienen fines solidarios.
El miércoles pasado, cerca de un centenar de reclusos fueron distinguidos por su participación en las actividades que dicta la Oficina de Estrategias Tratamentales de la UP 13. Los certificados fueron entregados en un salón de visitas dentro del penal, donde también se exhibieron los trabajos.
Entre ellos había pinturas, cestos de mimbre, juguetes, objetos didácticos para el estímulo del aprendizaje, floreros, paneras, huesos tallados, rosarios, réplicas de veleros y distintos objetos de decoración.
Varios de los artículos que fueron exhibidos, tuvieron como destino jardines de infantes, escuelas especiales y centros de rehabilitación.
"En general todos tienen la posibilidad de participar. Ven la posibilidad de salir adelante, pasar el momento, aprender nuevas cosas, sumar a su cultura", dijo Fernando Focaretta, oficial principal del Servicio Penitenciario Bonaerense que se desempeña en la Oficina de Estrategias Tratamentales.
Las actividades forman parte de la reinserción. "El servicio penitenciario tiene dos tareas fundamentales. La primera es la seguridad y la segunda la resocialización del interno. En eso estamos trabajando desde esta oficina y, por supuesto, todo el personal que se encuentra ahí", dijo Focaretta.
El objetivo de los talleres es que los internos "salgan de una manera distinta y vean la vida de otra manera".
Focaretta dijo que el objetivo del acto fue "reconocer" que los reclusos "hayan ido y tratado de salir adelante, para tener una herramienta y el día de mañana usarla afuera".
Por otra parte, reconoció que siempre trasciende lo negativo de lo que ocurre en la cárcel, pero dijo que en parte se debe a la falta de difusión del trabajo diario. Además, reconoció el trabajo del personal y el esfuerzo de los internos. "Se han equivocado, están pagando y quieren salir y comenzar una nueva vida.
Durante la entrega de certificados, el mensaje que se les intentaba dar a los presos se resume en dos palabras: "se puede".
Focaretta aclaró que "por este tipo de talleres no se reducen las penas" y, en ese sentido, "se cumple con lo que se debe penalmente".
En cuanto a las actividades, el funcionario mencionó: taller de cestería, manualidades, alfombras, capacitación y expresión periodística, tallador de huesos, guitarra, braile y grupos solidarios que hacen donaciones.
De hecho, el cierre del evento del miércoles pasado contó con una emotiva performance de un guitarrista y nista y violinista.
Además, como parte de las actividades este año comenzó a funcionar "Estrategias" el primer espacio radial de la UP 13, que se sintoniza en la FM Industrial 93.3, todos los miércoles de  9 a 10, por el cual se difunden todas las actividades terapéuticas.

Hacer y reflexionar

Sarina Martina, terapeuta ocupacional y jefa de tratamientos en la UP 13, explicó a Democracia en qué consiste la resocialización.
"Hacemos actividades terapéuticas, grupos y sesiones individuales. La finalidad que tenemos es, a través de todo lo que tiene que ver con el hacer y la reflexión, que ellos puedan generar un cambio", dijo.
Como parte de esas actividades y de recomponer el nexo con la comunidad, los internos realizaron donaciones a los jardines 908 y 920, a las Escuela de Educación Especial 503, al Centro Terapéutico Renacer, a la Fundación Conin. "A algunos les entregamos pastafrola, bizcochos, churros, y también hemos entregado juegos estimuladores didácticos que tienen sonido y demás para los chiquitos especiales", dijo Martina.
"El objetivo que yo persigo es que se realicen actividades comunitarias, que puedan reinsertarse, tener un manejo de lo que es el hacer, que sepan lo que es el trabajo, la constancia, la rutina, darles valores, generar un cambio", explicó. "Si bien ellos están tras las rejas, se puede hacer que generen un cambio", manifestó.
Otras de las donaciones fueron rosarios que elaboraron con la materia prima adquirida por los internos y sus familias. Luego, se los enviaron a los chicos que tomaron su primera comunión en la escuela Nuestra Señora de Luján y al Colegio Cristo Rey de Caseros, a la parroquia Nuestra Señora del Carmen y al personal de la UP 13.
"Que los internos puedan hacer algo para el otro, apoyarse en algo que los pueda hacer llevar todo este proceso de estar privados de la libertad, es un bastón. Sea Dios o cualquier otro sostén es muy importante y la donación es un medio para que ellos puedan sostenerse y puedan ver lo que genera en el otro una buena conducta y actitud", afirmó Martina.
La terapeuta ocupacional explicó que la actividad es voluntaria y que cualquiera que quiera hacerlo pueda. Aunque para ingresar hay un listado y grupos de espera.
En cuanto al programa de radio, Martina dijo que los internos están siendo preparados para que puedan realizar columnas al aire, siempre desde la cárcel.
En la Oficina de Estrategias Tratamentales también trabaja la operadora socio terapéutica Patricia Chort, quien se encarga de la reinserción social laboral.
Por las actividades comunitarias, los internos han recibido diversos agradecimientos. Entre ellos, dibujos y cartas de los chicos a los que les enviaron donaciones. "Realmente es importante la devolución del otro Los nenes mandan cartas y es hermosa la devolución. Les llena el alma y valoran el cambio", aseguró Martina.

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