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PANORAMA POLÍTICO DE CARA A LAS ELECCIONES GENERALES

Para ganar en octubre, Meoni deberá atraer votantes de Petrecca y el FpV

Si Cambiemos y el kirchnerismo repiten los números de las Paso, al oficialismo no le alcanzaría, aún si mantuviera su porcentaje y, además, sumara a los que votaron a otras fuerzas. El intendente tiene la ardua tarea de lograr mantener su base y horadar la de sus principales adversarios. También juega un papel importante la asistencia y el voto en blanco.

Cuatro años después, a Mario Meoni se le vuelve a presentar el mismo dilema: debe incrementar notablemente el caudal de votos que obtuvo en las elecciones primarias, de cara a las generales, para poder mantener la Intendencia.
En 2011 saltó de 14.151 sufragios en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) a 22.651 en las generales, con lo que pudo imponerse a Gustavo Traverso, el candidato del Frente para la Victoria (FpV) que amenazaba con arrebatarle el sillón de calle Rivadavia.
Ahora, el jefe comunal debe sortear un escollo similar, a partir del segundo puesto que obtuvo en las elecciones del domingo pasado.
Sin embargo, las cosas no son tan lineales, y lo que aparece para el candidato de UNA como un asunto parecido desde la aritmética, tiene sus complicaciones en lo político.
En primer lugar, porque en esta oportunidad son dos las fuerzas que están al acecho: Cambiemos y el FpV.
Pero además, por la marcada diferencia (de 12 puntos porcentuales) que obtuvo Pablo Petrecca en su victoria.

Cómo conseguir votos
En ese contexto, está claro que para ganar las elecciones generales, Meoni deberá atraer votantes que en las primarias se inclinaron por Petrecca o el FpV.
Es que si ambas fuerzas repiten los números, es decir, 36,12% Cambiemos y 31,46% el kirchnerismo (sumados los votos de Traverso, Santiago Aguiar y Daniel Giúdiche), al jefe comunal no le alcanzaría aún si mantuviera sus votantes y, además, sumara a los que el domingo pasado votaron a otras fuerzas, como Progresistas, FIT, Compromiso Federal y las que no superaron las Paso.
Por consiguiente, Meoni tiene la ardua tarea de lograr –en estos dos meses– mantener su base de votantes y horadar la de sus principales adversarios.
También deberá trabajar en elevar la asistencia –que rondó el 72%– y disminuir los números del voto en blanco, que en esta oportunidad llegó a 3.097.

Experiencia previa
Para hacer este diagnóstico se puede tomar como referencia lo sucedido hace cuatro años y analizar cómo fue que Meoni logró pasar del 27% en las primarias al 41% en las generales.
El intendente había sido el candidato más votado en las Paso, con más de 14 mil sufragios, seguido por Traverso, con 5.783. La diferencia era amplia. No obstante, el FpV contaba con otros seis candidatos y la suma de todas sus boletas lo posicionaba como la primera fuerza, con más de 20 mil votos.
En las generales de octubre, el kirchnerismo obtuvo, prácticamente, los mismos votos, con lo que se puede colegir que mantuvo a sus fieles pero no sumó otros. Entonces, el crecimiento de Meoni fue directamente proporcional al descenso de candidatos de otros espacios, como Ricardo Petraglia y Magdalena Ricchini, que decrecieron respecto de las primarias.
Asimismo, hubo una mayor concurrencia en las generales (unas dos mil personas más), y el voto en blanco bajó de 5.756 a 3.769.
A partir de estas situaciones, Meoni edificó una victoria que aparecía, a priori, muy difícil.
En el medio, el jefe comunal sostuvo en declaraciones públicas que la gente “vota personas” y se mostró confiado que en octubre sacaría “más sufragios”. Algo similar a lo que se escucha por estos días en el meonismo.

Escenarios
El panorama actual no es, entonces, el de hace cuatro años.
La primera diferencia es que, esta vez, el ganador de las Paso no fue Meoni, sino un opositor.
Y si se tiene en cuenta los resultados por fuerzas políticas, el oficialismo quedó en tercer lugar, lo que dificulta su camino hacia una nueva reelección.
Para explicar los resultados en 2011, algunos análisis daban cuenta de cierto temor de los votantes de partidos minoritarios ante la posible llegada del peronismo (o su candidato) a la Intendencia, lo que habría volcado un importante caudal de votos “independientes” hacia Meoni.
Ahora resta ver si en esta oportunidad aparece ese mismo recelo. Y también es una incógnita si la intención de cambio es profunda en el electorado.
La otra gran pregunta es: ¿Qué van a hacer los votantes de Aguiar? Cierto es que el kirchnerismo mostró unidad y el diputado Oscar Romero públicamente dio su apoyo a Traverso (ver recuadro). Sin embargo, se sabe que los votos no se trasladan de manera automática.
Tal vez ahí esté una de las claves principales: en los votos que obtuvo el economista por parte de ciudadanos no partidizados, que podrían ser capitalizados por Traverso, pero también por Meoni o Petrecca.
Se trata, en definitiva, de interrogantes que tendrán su respuesta el 25 de octubre.

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