RECONOCIDA FIGURA DE JUNÍN

Pesar por el fallecimiento de Nelson “Francho” Benito

Cuando en una ciudad de 100.000 habitantes como Junín se menciona un sobrenombre, un apodo, un nombre en diminutivo, o cualquier tipo de  mención que no refiera el nombre y el apellido,  y cuando con esa mención basta para identificar nítidamente a la persona de quién se trata, y cuando esa mención puede hacerse en vastos sectores del quehacer local sin que nadie equivoque quién es el hombre en cuestión, se está entonces en presencia de una persona que es muy conocida.
Si a su vez el comentario respecto al mismo es laudatorio y lleva invariablemente a rememorar situaciones felices, gratas, simpáticas y hasta cómicas. Si en el anecdotario local aparece muchas veces y del alguna forma esa persona ocupando distintos roles con dignidad y decencia, pero con sentido del humor y generosidad para juzgar conductas ajenas.
Cuando esa persona puede sostener posturas determinadas y firmes en aspectos diversos de la vida sin mengua de mantener buena relación con quién no comparte los mismos pensamientos y sin caer en mendacidades hipócritas.
Cuando esa persona sabía asumir la responsabilidad de conductas propias que él mismo pudo considerar como susceptibles  de ser criticadas..…cuando nos encontramos en presencia de una persona de esas características, el calificativo final es que se trata de un “Flor de Tipo”.
Nos estamos refiriendo a Francho, cuyo mero sobrenombre  es suficiente para la identificación del extinto Nelson Benito.
Imposible hablar de Sarmiento sin que caiga al ruedo un hecho, un dicho, una idea de Francho.
Operador en el mercado del seguro, ese comercio difícil y conflictivo nunca lo llevó a actitudes que perjudiquen a clientes o a las aseguradoras.
 Pero fuera de Sarmiento, fuera del trabajo asegurador, si un rasgo debe recordarse de este flor de tipo es su vocación por cultivar la amistad de tantísimas personas haciéndolo con lealtad, con cordialidad, con atención, con preocupación por el otro si era del caso, compartiendo la alegría cuando de eso se trataba, sin envidiar y –por el contrario- gozando de los éxitos del amigo.
Cultivaba con acierto una fina ironía que alentada por un ingenio notable provocaba que sus giros verbales trasmitieran comicidad.
Fue uno de los fundadores  en Junín del Movimiento de Renovación y Cambio  de la Unión Cívica Radical en 1.974, manteniendo en todo momento su lealtad a Raúl Alfonsín.
Fue Concejal Municipal cuando era intendente el Ingeniero Agrónomo Abel Miguel.
Fue integrante de varias comisiones directivas del Club Sarmiento y Presidente de su querido  Club.
Cuando le preguntaban de qué club era hincha contestaba que era de Sarmiento y cuando el preguntón insistía para que le dijese de qué club de Buenos Aires era hincha, volvía a repetir: de Sarmiento.
El resto es conocido: quién no conocía a Francho: asegurador, padre apasionado por sus hijos pero, como rasgo distintivo, buen amigo.
Adiós Francho. Nos acordaremos siempre de tu personalidad.

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