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EXPERIENCIA INÉDITA PARA LA REGIÓN

Declararon “culpable” al acusado en el primer juicio por jurados en Junín

Estaba imputado por “tentativa de homicidio” por una golpiza que tuvo lugar hace un año en Vedia, pero los integrantes del tribunal lo encontraron autor del delito de “lesiones graves”.

En el primer juicio por jurados celebrado en Junín, el tribunal popular declaró “culpable” al acusado, aunque por un delito menor al que estaba imputado en la causa. La audiencia, que se extendió por más de doce horas, comenzó ayer a las 11.15 y finalizó a media noche en el piso sexto de los Tribunales de la Ciudad.
Con doce ciudadanos de la Región que integraron el jurado titular y otros seis de suplentes, el veredicto dio como resultado declarar “culpable por lesiones graves” a Ariel Giménez, de 22 años, quien llegó a esta instancia acusado de “homicidio en grado de tentativa” contra Iván Sarrachini, de 35.
Los hechos que se debatieron durante la audiencia tuvieron lugar el 13 de mayo del año pasado, en una vivienda situada en Belgrano 845 de la Ciudad de Vedia. Allí, Giménez, un oficial albañil, le propició una golpiza a Sarrachini, quien es pizzero, y lo dejó en coma. La disputa se originó en que la presencia del primero de ellos molestaba al segundo, quien le prestaba una vivienda a dos mujeres para que vivan allí.
Los motivos que derivaron en que el acusado atacara a la víctima fueron puestos a consideración del tribunal popular con el testimonio de distintos testigos para que decida si se trató de una tentativa de homicidio, según la fiscalía, o un acto amparado en la “legítima defensa”, según el abogado del imputado.
De los 48 preseleccionados para integrar el jurado, se presentaron 35. Algunos de ellos con justificativos médicos que le fueron exhibidos a los representantes del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1, que ayer estuvo representado por el juez Miguel Ángel Vilaseca.
La dilatación del tiempo comenzó desde el inicio. La preselección, que estaba prevista para comenzar a las 10, se inició finalmente a las 11.15. Allí, el Ministerio Público, representado por la fiscal Silvia Ermácora, y la defensa, conducida por el abogado oficial Gerardo Doyle, realizaron algunas preguntas a los candidatos a jurados que estaban identificados cada uno con un número.
Con los doce titulares y seis suplentes elegidos –de los que se resguardó su identidad, ciudad de origen y ocupación–, Vilaseca realizó una introducción en la que definió al jurado popular como “jueces de los hechos” y a él mismo como “juez del derecho”. A las 12.30 se dio inicio al juicio. “Ya no hay posibilidad de excusarse”, advirtió el juez.
En los alegatos de presentación, Ermácora destacó que ésta era la primera vez que se realizaba un juicio por jurados en el Departamento Judicial de Junín y anticipó de entrada: “Va a haber muchos errores”.
Mirando a los ojos a los jurados, agregó: “Estamos en presencia de un hecho icónico e histórico para Junín y este Departamento Judicial. Tal vez no se comprenda la real magnitud e importancia, con la última reforma del Código Procesal Penal, que se nos ha dado a los argentinos la posibilidad inmensa de tomar decisiones”.
“Es a través de este sistema que los ciudadanos pergeñamos y construimos el país que queremos. Ustedes van a tener la posibilidad de tomar decisiones judiciales”, afirmó la fiscal.
Luego, Ermácora hizo una breve reseña de los hechos por los que se juzgaba a Giménez, sin ahorrar en condimentos. “Esta persona que tenemos aquí golpeó brutalmente a la víctima y la dejó fuera de combate, inconsciente y la siguió golpeando hasta que un tercero le dio una mano a la víctima, que terminó en coma cuatro”, relató y agregó: “Está viva porque tuvo la suerte que se encontraba la persona en ese lugar y la pudiera salvar”, dijo. Con esas palabras, introdujo las razones por las que imputó al acusado de “tentativa de homicidio”.
Antes de dejarle la palabra a la defensa, la fiscal se refirió a la víctima como una persona “grande, y de contextura física grande”, pero que “tiene una nota que fluye y es bastante ingenua”.
Por su parte, Doyle destacó que fue Giménez quien “eligió ser sometido a este tipo de juicio” por la “situación real en la que se vio envuelto”. En respuesta a Ermácora, el abogado defensor destacó que el acusado “no tuvo la intención de quitarle la vida ni de lesionarlo”, y dio su versión de los hechos en los que hizo hincapié a presuntas amenazas con armas de fuego, previas al día de los hechos, a allegados al acusado y una provocación posterior que se dio seis meses después.
Luego se dio inicio a la presentación de los testigos. El primero de ellos fue un subcomisario de la Policía Científica, quien firmó la planimetría del escenario donde tuvo lugar la golpiza.
Luego médicos del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Junín del de Vedia quienes describieron el estado de inconsciencia y las lesiones, casi todas en la cara, que presentaba Sarrachini. De Giménez, se dejó constancia de que la única marca que presentaba era en su mano.
Luego de otros testigos que no aportaron mayores elementos al debate, le tocó exponer a Iván Sarrachini, quien dio su versión de los acontecimientos hasta el momento de la golpiza, sobre el que se limitó a repetir “no recuerdo” y que luego apareció en Junín.
También atestiguaron las mujeres que vivían en la casa, con relatos parcialmente contradictorios entre sí, y el hombre que intervino en el momento de la golpiza, quien habló de una “patada en la cabeza” final, de Giménez al acusado.
El acusado también manifestó voluntad de hablar y se dirigió al juzgado afirmando que nunca se imaginó que iba a vivir una situación como esa y que no tenía intenciones en quitarle la vida a Sarrachini. Durante la jornada, su defensa de encargó de subrayar que Giménez, tras la golpiza, fue a pedir ayuda al hospital y se presentó por cuenta propia en la comisaría.
Cerca de las 21 –para entones la jornada había contado con varios recesos– llegó el turno de los alegatos. La fiscal ratificó su imputación por homicidio en tentativa por el “ataque a traición”, las “heridas con riesgo de muerte” y que no se pudo probar la existencia del arma.
Mientras que la defensa argumentó que Giménez actuó en “legítima defensa” de él y “de su familia”, al existir amenazas por parte del acusado.
Tras una extensa lectura de las instrucciones por parte de Vilaseca, pasadas las 23 los jurados fueron a deliberar su decisión sobre el accionar del imputado. Debían elegir un presidente y luego, votar y defender sus posiciones entre tres posibilidades: “culpable por tentativa de homicidio”, “culpable por lesiones graves” o “no culpable”. El tribunal se inclinó por la segunda opción. Hoy, la fiscalía realizará el pedido de condena y en los próximos días se conocerá la sentencia, a cargo del TOC N° 1.

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