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ENTREVISTA A IVÁN PERCHANTE

Iván Perchante: "De África me impactó lo poco unidos que estamos"

Se crió en el barrio Fortín II de esta ciudad. Jugó en Jorge Newbery y Mariano Moreno y a los 16 años viajó a continuar su carrera en el Málaga de España. Pero una lesión le dio un rumbo inesperado a su vida: ahora tiene un proyecto solidario para un hospital africano.

Iván Perchante dejó Junín a los dieciséis años para continuar su carrera como futbolista –que había iniciado en los clubes Jorge Newbery y Mariano Moreno– en el Málaga de España. Pero cuando ya había firmado contrato en un equipo de Alemania, una lesión le cambió la vida para siempre: ahora trabaja en un proyecto para ayudar a enfermos terminales en Camerún.
"A veces creo que las cosas no pasan por un motivo, pero sí podemos elegir darles el mejor sentido posible", dijo Iván, quien ahora tiene 28 años, en una entrevista con este diario vía Skype, desde Málaga, su ciudad actual.
Su infancia fue en el barrio Fortín II donde se crió y cosechó sus primeros amigos.
"A los 16 años me vine a España, a los 20 me fui a Suecia, estuve once meses allá, después cuatro en Alemania y hasta hace poco en Camerún, un mes. En Suecia y Alemania estuve jugando al fútbol. Por problemas de salud no pude jugar más y en Camerún estuve trabajando en un hospital (San Martín de Porres, en Yaundé, la capital camerunesa) en la parte de enfermos terminales, el único que hay en todo el país", contó.
Allí tuvo contacto con pacientes con cuadros irreversibles, a quienes les tendió su mano para hacer un poco más llevadero el dolor.
"Creo que a veces la vida te puede cambiar en un segundo. Así fue lo que me pasó a mí. Estaba encaminado con el fútbol, por fin había logrado la oportunidad de empezar a vivir de él y un segundo me lo cambió todo", relató.
Durante su voluntariado en Camerún, donde fue ayudante de enfermería, Iván conoció un hospital de la localidad de Obout, que queda en medio de la selva. El único médico de ese centro de salud es amigo suyo. Y juntos quieren lograr que el nosocomio pueda tener agua y energía eléctrica.
"Queremos hacer un pozo y comprar un generador. Es muy importante", explicó.
"No es solamente que se van a mejorar las condiciones, sino que se van a salvar vidas. En un hospital que tiene que operar de urgencia a la noche y con linternas, es muy probable que surjan problemas que no habrían con electricidad", dijo.
Su meta no es imposible: con 3000 euros podrían hacer un pozo de agua, y con otros mil comprar el generador. Para lograrlo, quiere destinar el dinero recaudado de la venta de su novela "Doble Corazón" (ver recuadro).
Iván contó que además, el funcionamiento de ese hospital en medio de la selva es distinto a todos los demás. "Cuando la gente va para una revisión medica o para que lo operen de urgencia, primero lo tratan y después les preguntan si pueden pagar. Eso no pasa en ningún lado, en ninguna parte de África ni de Europa. Y es un ejemplo de cambio", señaló.
"Yo he recibido mensajes de Facebook o de amigos dándome aliento por lo que estaba haciendo. Yo agradezco el apoyo de la gente e invito a que se sumen a esa gente que piensa en el cambio porque ya se está dando", afirmó.
"Que un hospital haga eso, que una persona llegue con una herida de machete, porque es lo que usan para trabajar en el campo y primero lo traten y después se preocupan en saber si lo pueden pagar o no, es un cambio grande", contó.
El joven juninense contó que el centro de salud que funciona en medio de la selva se mantiene con lo que los pacientes donan. "Mas que pagar lo que cuesta el tratamiento, lo que hacen es una pequeña donación de lo que pueden y así van saliendo adelante", dijo.
"Lo que a mí más me impacto de África es realmente lo poco unidos que estamos. Si 3000 personas pusiesen un euro durante un año, se podrían hacer doce pozos de agua al año. Estarían generando un cambio enorme. Pero solo es posible si esa persona está unida a otras 2999", dijo. E insistió: "lo que la gente realmente debería saber es que los recursos somos nosotros mismos. No tenemos que esperar a que alguien del gobierno o un poder adquisitivo muy alto pueda cambiar esa realidad. Está a nuestro alcance".
Iván planea volver a Camerún antes de fin de año para hacer realidad la obra. Mientras, está por arrancar su quinta temporada de trabajo en un barco turístico, donde se desempaña gracias a su amplio dominio de idiomas. Habla ocho y espera llegar a doce en 2015.
A fin de año regresará al país y presentará su libro en Junín.
"He tenido la oportunidad de estar en diferentes lugares, pero mi lugar más especial va a ser Junín, donde nací, donde aprendí a jugar al futbol, donde tuve mis primeros amigos y donde quedó mi familia", expresó. Aunque ya adelantó que planea un viaje al Chaco. "Quiero ir al Impenetrable. Mi próximo proyecto quiero que sea ahí".

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