¿Cuál es la realidad de la exportación regional en términos generales y, puntualmente, en comparación con el año pasado?
-El año 2015 comenzó al mismo ritmo de operaciones en que finalizó el 2014, tranquilo y expectante. El comercio exterior argentino no pasa por su mejor momento, lamentablemente. Por ende tampoco en la región. Es lamentable porque la actividad favorece el ingreso de divisas al país, crea mano de obra, nos posiciona en el exterior, entre otro tantos beneficios en un mundo globalizado e interconectado.
Si bien en épocas “normales” de comercialización habíamos logrado un buen nivel de exportaciones, sin tantas trabas y políticas erráticas para el sector como ocurre actualmente, la mayoría de los productos resultaban comercialmente atractivos, competitivos, en precio y calidad, en el exterior. Muchas empresas pymes mantenían un buen volumen de exportaciones y hoy se ven afectadas al perder sus clientes, que dado a nuestra falta de competitividad se abastecen de otros países. En mis últimos viajes al exterior visitando clientes, sus comentarios aluden a que “somos un país complicado”, burocrático, para comercializar
Los países vecinos han captado gran porcentaje de clientes que como país fuimos perdiendo. La variedad de productos exportables ha bajado notablemente. Si años atrás se exportaban 100 productos (por citar un número), hoy lo hacen no más de 30/40 productos regionales.
-¿Cuáles son los productos que más se comercializan a través del puerto seco?
-Aún conservan su mercado principalmente la maquinaria agrícola y, en menos medida, otros productos industriales e industrializados y alimentos balanceados. En maquinaria agrícola se destacan las tolvas cerealeras autodescargables (Cestari y New Holland/Case), cabezales maiceros (Allochis y Claas Argentina), secadoras de granos (Mega), fertilizadoras (Met.SR), desmalezadoras, esparcidoras (Yomel), zarandas, equipos de pre limpieza, estructuras portantes, cernidores rotativos (Perkusic), cajas de mando para cabezales de cosechadoras (Garro Fabril), silos aéreos (Feyfe) y gran variedad de repuestos agrícolas. También se comercializan otros productos como viviendas prefabricadas-industrializadas (Alegretti y Viviendas Roca), artículos de electricidad y bordeadoras eléctricas (Indelplas), maíz pisingallo (Bullmark), artículos de limpieza (Extralimp), inoculantes para maíz y soja (Agroinvest), entre otros productos de menor frecuencia.
-¿A qué atribuye el momento por el que atraviesa el sector?
-La baja en las exportaciones argentinas se debe a distintas variables económicas y políticas contraproducentes para el comercio internacional. Pero una de las principales es la pérdida de confianza en nuestro país y la falta de competitividad. Argentina se encuentra ausente en la mayoría de los mercados internacionales, incluso países vecinos. No favorecen las políticas de Gobierno sobre el sector, además de la fluctuante economía, alta inflación, cambios en las reglas de juego sin aviso previo, falta de políticas de Estado, etcétera. Cada uno de estos factores (por citar sólo algunos) influye negativamente sobre nuestra competitividad y confianza ante los mercados externos. Nuestros costos internos, logísticos y productivos son altos.
-¿Por ejemplo?
-Un flete marítimo a China cuesta 800 dólares por contenedor (recorre aproximadamente 20.000 kilómetros en 35 días de tránsito). Pero traer ese contenedor desde el puerto de Buenos Aires a Junín y retornar cargado a Capital cuesta 1.100 dólares (recorre 270 kilómetros y tiene un día de tránsito). De ésta manera es imposible ser competitivo. Otro ejemplo: Un flete terrestre desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) a Santiago de Chile tiene un valor de 3.400 dólares (recorre unos 2.800 kilómetros), pero desde Junín al mismo destino vale 2.900 dólares y recorre 1.400 kilómetros. Saque conclusiones sobre como competir con la gran diferencia de costos.
Otro tema que influye en la baja de exportaciones es la falta de insumos importados básicos para la entrega de un producto final. La prohibición de importaciones de muchos insumos perjudica a las fábricas y crea serios inconvenientes con los países proveedores y clientes del exterior.
-¿Se han realizado en Junín y partidos de la zona acciones para mejorar la situación de las exportaciones?
-No tengo conocimiento de que localmente y en la zona se realicen acciones concretas sobre alentar o facilitar el comercio internacional, hablando concretamente de los sectores gubernamentales, a pesar que disponemos de todos los servicios aduaneros y Logísticos como en cualquier puerto o frontera de Argentina. Sí, en cambio, es muy valorable el esfuerzo que las pymes exportadoras realizan para poder mantener los mercados externos logrados. Más difícil aún es lograr actualmente nuevos mercados. Nuestro país debe replantearse seriamente nuevas y modernas políticas de Estado en pos de lograr posicionarse nuevamente en el mundo. Producimos en la región lo que el mundo demanda y demandará cada vez más, que son alimentos. Disponemos capacidad técnica y tecnológica para ello. La calidad de nuestras maquinarias, por ejemplo, son muy valoradas en el exterior, pero hoy nos resulta casi imposible competir con otros mercados.
-En tiempo promedio, ¿cuánto demoran en llegar los productos enviados desde aquí al exterior? ¿Cuál es el mercado más comprador de productos regionales?
-Los tiempos de tránsito lógicamente dependen del país de destino. Aduana en el Sistema Informático María permite un tránsito máximo de 3 a 5 días en condiciones normales, para cruzar frontera a los países vecinos, pero siempre se entregan antes las mercaderías, salvo algún imprevisto en el transporte o en el estado de las rutas. En invierno, el cruce a Chile por Mendoza suele estar cortado por la nieve varios días.
Hoy, nuestros principales clientes son los países vecinos, Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia. Luego, en menor medida otros países en el resto de los continentes.
Con los servicios que brindamos en el “Puerto Seco” se ha ganado entre uno a tres o cinco días de tránsito (según el destino), ya que no se demora en frontera. No hace aduana en frontera argentina donde generalmente hay largas colas de camiones, sino en el país vecino. Aquí se libera en pocas horas y el transporte y el exportador se ven ampliamente favorecidos, como así también el cliente del exterior.
-¿Cómo vislumbra la continuidad de este año para los exportadores de esta región?
-La mayoría de las empresas exportadoras no vislumbran cambios favorables, ya que el Gobierno nada ha cambiado para mejorar las dificultades que mencionaba anteriormente, por el contrario reafirma la continuidad de sus políticas económicas y más aún en lo concerniente al comercio exterior. Estimo que será un año similar o peor al anterior y hago votos para equivocarme. Somos un país cambiante, con grandes y sorpresivos altibajos, razón por la cual sufrimos los inconvenientes ennumerados en las respuestas anteriores. De todos modos los emprendedores somos optimistas por naturaleza y seguimos adelante pensando en que pronto tendremos un futuro mejor. De nuestra parte sigo viajando al exterior, a distintos países, para mantener activos los clientes y transmitirles al menos nuestra esperanza de que pronto podremos volver a comercializar “normalmente”, como en años anteriores. Ellos esperan ansiosos de que asi ocurra porque valoran nuestro cumplimiento y la calidad de los productos de la región.
-El año 2015 comenzó al mismo ritmo de operaciones en que finalizó el 2014, tranquilo y expectante. El comercio exterior argentino no pasa por su mejor momento, lamentablemente. Por ende tampoco en la región. Es lamentable porque la actividad favorece el ingreso de divisas al país, crea mano de obra, nos posiciona en el exterior, entre otro tantos beneficios en un mundo globalizado e interconectado.
Si bien en épocas “normales” de comercialización habíamos logrado un buen nivel de exportaciones, sin tantas trabas y políticas erráticas para el sector como ocurre actualmente, la mayoría de los productos resultaban comercialmente atractivos, competitivos, en precio y calidad, en el exterior. Muchas empresas pymes mantenían un buen volumen de exportaciones y hoy se ven afectadas al perder sus clientes, que dado a nuestra falta de competitividad se abastecen de otros países. En mis últimos viajes al exterior visitando clientes, sus comentarios aluden a que “somos un país complicado”, burocrático, para comercializar
Los países vecinos han captado gran porcentaje de clientes que como país fuimos perdiendo. La variedad de productos exportables ha bajado notablemente. Si años atrás se exportaban 100 productos (por citar un número), hoy lo hacen no más de 30/40 productos regionales.
-¿Cuáles son los productos que más se comercializan a través del puerto seco?
-Aún conservan su mercado principalmente la maquinaria agrícola y, en menos medida, otros productos industriales e industrializados y alimentos balanceados. En maquinaria agrícola se destacan las tolvas cerealeras autodescargables (Cestari y New Holland/Case), cabezales maiceros (Allochis y Claas Argentina), secadoras de granos (Mega), fertilizadoras (Met.SR), desmalezadoras, esparcidoras (Yomel), zarandas, equipos de pre limpieza, estructuras portantes, cernidores rotativos (Perkusic), cajas de mando para cabezales de cosechadoras (Garro Fabril), silos aéreos (Feyfe) y gran variedad de repuestos agrícolas. También se comercializan otros productos como viviendas prefabricadas-industrializadas (Alegretti y Viviendas Roca), artículos de electricidad y bordeadoras eléctricas (Indelplas), maíz pisingallo (Bullmark), artículos de limpieza (Extralimp), inoculantes para maíz y soja (Agroinvest), entre otros productos de menor frecuencia.
-¿A qué atribuye el momento por el que atraviesa el sector?
-La baja en las exportaciones argentinas se debe a distintas variables económicas y políticas contraproducentes para el comercio internacional. Pero una de las principales es la pérdida de confianza en nuestro país y la falta de competitividad. Argentina se encuentra ausente en la mayoría de los mercados internacionales, incluso países vecinos. No favorecen las políticas de Gobierno sobre el sector, además de la fluctuante economía, alta inflación, cambios en las reglas de juego sin aviso previo, falta de políticas de Estado, etcétera. Cada uno de estos factores (por citar sólo algunos) influye negativamente sobre nuestra competitividad y confianza ante los mercados externos. Nuestros costos internos, logísticos y productivos son altos.
-¿Por ejemplo?
-Un flete marítimo a China cuesta 800 dólares por contenedor (recorre aproximadamente 20.000 kilómetros en 35 días de tránsito). Pero traer ese contenedor desde el puerto de Buenos Aires a Junín y retornar cargado a Capital cuesta 1.100 dólares (recorre 270 kilómetros y tiene un día de tránsito). De ésta manera es imposible ser competitivo. Otro ejemplo: Un flete terrestre desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) a Santiago de Chile tiene un valor de 3.400 dólares (recorre unos 2.800 kilómetros), pero desde Junín al mismo destino vale 2.900 dólares y recorre 1.400 kilómetros. Saque conclusiones sobre como competir con la gran diferencia de costos.
Otro tema que influye en la baja de exportaciones es la falta de insumos importados básicos para la entrega de un producto final. La prohibición de importaciones de muchos insumos perjudica a las fábricas y crea serios inconvenientes con los países proveedores y clientes del exterior.
-¿Se han realizado en Junín y partidos de la zona acciones para mejorar la situación de las exportaciones?
-No tengo conocimiento de que localmente y en la zona se realicen acciones concretas sobre alentar o facilitar el comercio internacional, hablando concretamente de los sectores gubernamentales, a pesar que disponemos de todos los servicios aduaneros y Logísticos como en cualquier puerto o frontera de Argentina. Sí, en cambio, es muy valorable el esfuerzo que las pymes exportadoras realizan para poder mantener los mercados externos logrados. Más difícil aún es lograr actualmente nuevos mercados. Nuestro país debe replantearse seriamente nuevas y modernas políticas de Estado en pos de lograr posicionarse nuevamente en el mundo. Producimos en la región lo que el mundo demanda y demandará cada vez más, que son alimentos. Disponemos capacidad técnica y tecnológica para ello. La calidad de nuestras maquinarias, por ejemplo, son muy valoradas en el exterior, pero hoy nos resulta casi imposible competir con otros mercados.
-En tiempo promedio, ¿cuánto demoran en llegar los productos enviados desde aquí al exterior? ¿Cuál es el mercado más comprador de productos regionales?
-Los tiempos de tránsito lógicamente dependen del país de destino. Aduana en el Sistema Informático María permite un tránsito máximo de 3 a 5 días en condiciones normales, para cruzar frontera a los países vecinos, pero siempre se entregan antes las mercaderías, salvo algún imprevisto en el transporte o en el estado de las rutas. En invierno, el cruce a Chile por Mendoza suele estar cortado por la nieve varios días.
Hoy, nuestros principales clientes son los países vecinos, Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia. Luego, en menor medida otros países en el resto de los continentes.
Con los servicios que brindamos en el “Puerto Seco” se ha ganado entre uno a tres o cinco días de tránsito (según el destino), ya que no se demora en frontera. No hace aduana en frontera argentina donde generalmente hay largas colas de camiones, sino en el país vecino. Aquí se libera en pocas horas y el transporte y el exportador se ven ampliamente favorecidos, como así también el cliente del exterior.
-¿Cómo vislumbra la continuidad de este año para los exportadores de esta región?
-La mayoría de las empresas exportadoras no vislumbran cambios favorables, ya que el Gobierno nada ha cambiado para mejorar las dificultades que mencionaba anteriormente, por el contrario reafirma la continuidad de sus políticas económicas y más aún en lo concerniente al comercio exterior. Estimo que será un año similar o peor al anterior y hago votos para equivocarme. Somos un país cambiante, con grandes y sorpresivos altibajos, razón por la cual sufrimos los inconvenientes ennumerados en las respuestas anteriores. De todos modos los emprendedores somos optimistas por naturaleza y seguimos adelante pensando en que pronto tendremos un futuro mejor. De nuestra parte sigo viajando al exterior, a distintos países, para mantener activos los clientes y transmitirles al menos nuestra esperanza de que pronto podremos volver a comercializar “normalmente”, como en años anteriores. Ellos esperan ansiosos de que asi ocurra porque valoran nuestro cumplimiento y la calidad de los productos de la región.
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