ANÁLISIS

Elecciones 2015 en Lincoln: a todo o nada

El justicialismo de Jorge Fernández tendrá una reñida batalla en las elecciones generales de octubre. Si quiere seguir gobernando tendrá que ganarle a la nueva figura del radicalismo linqueño, Salvador Serenal.                    
En Lincoln las elecciones 2015 ya se viven con intensidad. Los principales referentes políticos volvieron al escenario mediático con recorridas y opiniones más fuertes. También hay carteles, afiches y pasacalles que van mostrando, apenas, un anticipo de lo que vendrá.
Sobre suelo linqueño se liberará una gran disputa en las urnas. Hasta el momento, las principales opciones parecerían ser dos. Esa polarización se desprende de una realidad que favorece a unos y perjudica a otros.
Lo cierto es que el actual intendente Jorge Fernández tendrá que arremangarse y mucho para evitar la derrota. Enfrente, tendrá al último ganador de las elecciones legislativas 2013, Salvador Serenal, quien ya ha hecho público sus deseos de “ganarle a Fernández” y de esa manera tomar el timón del municipio.
Fernández conoce a su rival pero Serenal no. Y eso podría ser una gran ventaja para el justiciaslimo, que todavía no reveló un dato clave: quien será el candidato a intendente. No obstante, por ahora, en la calle se dice que “o vuelve a ganar Fernández o le gana Serenal”. Y en realidad es así, o es uno o es el otro. Porque Fernández representa una gestión de trece años y esa será una referencia que el propio justicialismo hará valer.
Hoy por hoy, si Fernández decide no ser el candidato ese lugar quedará vacante. Como opciones se manejan los nombres de Luis Siri y Nicolás Olaberría. Claro que ni Siri ni Olaberría tienen la popularidad de Fernández. Por eso no sería tan descabellado pensar en que los próximos carteles que se pegarán en Lincoln digan “Scioli presidente, Fernández intendente”.
Pero haga lo que haga el justicialismo local tendrá que enfrentarse con un duro rival. Su nombre es Salvador Serenal y para muchos representa al “nuevo radicalismo de Lincoln”. Es concejal desde hace seis años y su imagen política ha ido en ascenso. Su máximo logro fue haber derrotado por doble nocaut a Néstor De Mingo, en las PASO y en los comicios legislativos de 2013 al propio Fernández. Serenal también es el líder de Militancia Radical, un grupo de militantes que nació como una rebelión a la camada de dirigentes históricos que tenía la UCR.
Serenal y su Militancia Radical quieren ganarle al justicialismo. Eso se sabe pero lo que no se sabe es cómo funcionará en las urnas el engranaje con la fórmula “Macri presidente, Serenal intendente”. Es que el acuerdo entre la UCR y Pro todavía no alcanzó a ser digerido por el espacio radical.    
De esta manera, a siete meses de las elecciones generales, el terreno se está preparando para un gran enfrentamiento. El justicialismo de Fernández y el nuevo radicalismo de Serenal serán dos dignos rivales. Ya se preparan para ese momento. El escenario va ganando en intensidad. Y será a todo o nada.
 
Más precandidatos

Fuera de la polarización entre peronistas y radicales se ubica el Frente Renovador (FR). En Lincoln, las ideas del actual diputado nacional Sergio Massa han sido aceptadas sobre todo en sectores radicales. De hecho, los dos precandidatos a intendente que tiene el espacio, Pedro Bartoli y Alejandro Rebollini, tienen sus orígenes en la UCR.
Bartoli y Rebollini hasta el momento no han llegado a un acuerdo y todo parece indicar que definirán ubicaciones en la PASO de agosto. Más allá de esa instancia electoral, está claro que el FR de Lincoln se consolidó como la tercera fuerza política.
En las últimas elecciones legislativas de 2013, el principal referente del massismo fue el peronista Javier Cirielli, quien logró la tercera posición, detrás de Serenal y De Mingo. Ahora, con Rebollini y Bartoli, los referentes tienen otras características y esas diferencias, seguramente, tendrás sus consecuencias electores.