El nuevo jefe de la Iglesia católica es el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost quien optó como nombre pontificio Leon XIV. Tras la cuarta votación, en el segundo día del Cónclave para elegir al sucesor del Francisco, el Vaticano eligió al nuevo papa ante la expectativa y algarabía ante el anuncio que manifestaron miles de fieles congregados en la Plaza San Pedro a la espera de la novedad que había anticipado la tradicional “fumata blanca”.
El cardenal protodiácono Dominique Mamberti apareció en el balcón central de la Basílica de San Pedro y pronunció la histórica frase en latín: “Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam!” (Les anuncio con gran alegría: ¡Tenemos Papa!). Enseguida mencionó el nombre del nuevo pontífice: Prevost, de ahora en más León XIV.
La figura del flamante pontífice hizo estallar a la multitud en la Plaza San Pedro con más euforia que cuando se visualizó, apenas horas antes, la señal de que el Cónclave había elegido al nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica en su segundo día de deliberación.
Las muestras de alegría en la Plaza San Pedro se tradujeron en gritos de júbilo, mientras que los católicos hacían ondear las banderas de sus respectivos países, muchísimos de ellos, de Latinoamérica.
El anuncio de un nuevo Papa siguió el protocolo tradicional y solemne que el Vaticano sigue hace siglos.
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