El Colegio Cardenalicio celebró ayer sábado en el Vaticano la IX Congregación General, enfocado en la preparación del Cónclave que elegirá al papa sucesor de Francisco. La asamblea transcurrió en un ambiente de reflexión conjunta y búsqueda de acuerdo entre los purpurados, informó Vatican News.
En ese marco, un nombre comienza a resonar con fuerza dentro de los muros del Vaticano. Se trata de Mario Grech, arzobispo de Malta y actual secretario general del Sínodo de Obispos. Fue propuesto por el cardenal Jean-Claude Hollerich durante las primeras deliberaciones informales entre los cardenales. Esta señal, aunque no constituye una candidatura formal, marca un punto de partida en las discusiones internas que definirán el rumbo de la Iglesia luego de la muerte de Francisco.
Al finalizar la reunión, el cardenal argentino Vicente Bokalic Iglic manifestó: "estamos todavía buscando al nuevo papa. El deseo es que pueda seguir en continuidad con Francisco". En sintonía, el cardenal italiano Marcello Semeraro declaró: "en el cónclave buscamos a un director de orquesta, no a un solista".
Asimismo, el cardenal Fernando Filoni enfatizó la necesidad de colaboración: "el futuro papa deberá ser ayudado por el Colegio Cardenalicio y por los obispos del mundo porque no es el encargado de responder todos los problemas".
La IX Congregación General contó con la participación de 133 cardenales electores menores de 80 años. No obstante, se registraron ausencias: por motivos de salud, no estuvo el cardenal español Antonio Cañizares y otro ausente fue el keniano John Njue.
Se estableció que el Cónclave dará inicio en la tarde del próximo miércoles, momento en que los cardenales se encerrarán en la Capilla Sixtina para llevar a cabo la elección del sucesor de Francisco.
Durante las sesiones previas, los cardenales deliberaron acerca del legado del pontificado de Francisco y la importancia de mantener una línea de apertura. El clima general estuvo signado por la voluntad de asegurar la unidad, la misión y la verdad como pilares fundamentales del discernimiento eclesial.
Mario Grech, el primer nominado
La propuesta de Hollerich, uno de los prelados más cercanos a Jorge Bergoglio y defensor del modelo de Iglesia sinodal, fue recibida con atención por sus pares. El respaldo a Grech no sorprende: ambos comparten una visión reformista centrada en una mayor inclusión de los laicos y las mujeres en la vida eclesial.
Sin embargo, la aparición de Grech como “papable” anticipa un escenario de tensiones entre los sectores progresistas y conservadores del Colegio Cardenalicio. La sinodalidad, tema central del actual pontificado, es defendida por muchos como un paso hacia una Iglesia más democrática, mientras que otros consideran que puede debilitar la autoridad jerárquica tradicional.
Mario Grech, de 68 años, cuenta con una extensa trayectoria dentro de la Iglesia. Fue obispo de Gozo, en su Malta natal, antes de asumir funciones en la curia romana. Su perfil, alejado de los focos mediáticos, pero con fuerte respaldo doctrinal, lo convierte en una figura con capacidad para construir consensos en un contexto donde la unidad del cuerpo eclesial será clave.
La primera votación se realizará el miércoles 7 de mayo y, según estiman diversos analistas vaticanos, el resultado podría definirse rápidamente, como ocurrió en 2013 con la elección de Francisco. Aunque aún es temprano para anticipar el desenlace, la propuesta de Grech revela que los sectores reformistas ya comenzaron a mover sus fichas.
Trump vestido con atuendo papal
Una imagen generada con inteligencia artificial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vestido con atuendos papales, se viralizó tras ser publicada por el propio mandatario en su red social Truth Social. "Me encantaría ser papa. Él sería mi primera opción", expresó Trump en tono de broma a periodistas el martes pasado, días después del fallecimiento del papa Francisco y a menos de una semana del inicio del Cónclave.
El viernes, la publicación de la imagen en Truth Social, y su posterior difusión por cuentas vinculadas a la Casa Blanca, fue un hecho que causó revuelo. Fuera de las bromas, Trump mencionó al cardenal de Nueva York Timothy Michael Dolan como un posible candidato.
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