AGENDA EN PAUSA

El pontífice deberá bajar el ritmo para recuperarse

¿Qué pasará con los discursos, las misas y las visitas de jefes de Estado? El papa Francisco, que fue dado de alta ayer tras pasar más de cinco semanas hospitalizado, deberá pisar el freno durante dos meses si espera recuperarse del todo.

Como guía espiritual de más de 1.400 millones de católicos en el mundo, Francisco tiene la misión de enseñar la fe cristiana y velar por la unidad de la Iglesia. También se desempeña como jefe de Estado y dirige la Ciudad del Vaticano, una nación independiente enclavada en el corazón de Roma.

Francisco ejerce los poderes absolutos (ejecutivo, legislativo, judicial) en este país, considerado como el más pequeño del mundo.

Desde su elección en 2013, el obispo de Roma, que nunca se tomó vacaciones, se ha impuesto un ritmo frenético que hasta ahora nunca ha querido desacelerar, a pesar de sus 88 años y las repetidas advertencias de sus médicos.

Pero tras una internación de 37 días, la más larga en sus 12 años de pontificado, Jorge Bergoglio deberá respetar un período de convalecencia de dos meses.

El Vaticano entra así en una nueva etapa, tranquilizado por la presencia física del jesuita argentino, pero sin verlo cumplir con sus compromisos habituales.

La residencia Santa Marta, donde vive en el Vaticano, ha sido adaptada para la ocasión y Francisco dispondrá de atención médica permanente.

Debilitado por una doble neumonía y los efectos de la asistencia por oxígeno, el Papa ha perdido el uso de su voz y deberá continuar las sesiones de rehabilitación para recuperar sus capacidades de alocución.

La situación pone su agenda en suspenso. Además de las homilías durante las misas, el pontífice pronuncia cada miércoles una catequesis pública frente a los fieles en la audiencia general. Es probable que no pueda retomar esta tarea antes de varias semanas.

Sus médicos le desaconsejaron participar en eventos colectivos para limitar el riesgo de infección, lo que deja entrever una suspensión de ciertas actividades como la recepción de grupos y asociaciones, y las visitas de jefes de Estado y de gobierno. ¿Podrá recibir al rey Carlos III y a la reina Camila? El Palacio de Buckingham anunció una audiencia con el Papa el 8 de abril, pero el Vaticano no ha confirmado nada hasta ahora.

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