Abu Mohamed Al Jolani, el líder islamista de la coalición rebelde siria que ayer entró en Damasco y provocó la caída del presidente Bashar al Assad, cambió su discurso fundamentalista para adoptar un tono moderado con el fin de lograr sus metas.
Al frente del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS), que tiene su origen en la rama siria de Al Qaeda, Jolani afirmó desde el principio que el objetivo de su ofensiva era derrocar a Assad.
Durante años, el líder rebelde operó en la sombra.
Pero ahora no duda en dar entrevistas a medios del mundo y dejarse ver en la segunda ciudad siria, Alepo, tras arrebatarla completamente al gobierno por primera vez desde la guerra civil iniciada en 2011. Con los años también dejó de usar el turbante habitual de los yihadistas y se decantó por la ropa militar.
Desde que rompió relaciones con Al Qaeda en 2016, Al Jolani intenta presentarse como un líder más moderado. Pero aún levanta suspicacias entre analistas y gobiernos occidentales.
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