El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llamó ayer a los libaneses a “salvar” a su país liberándolo “de Hezbolá” y amenazando en caso contrario con “una destrucción y un sufrimiento como los que vemos en Gaza”.
“Les digo a ustedes, pueblo del Líbano: Liberen a su país de Hezbolá para que esta guerra pueda terminar”, dijo Netanyahu en un video dirigido al pueblo libanés. “Tienen la oportunidad de salvar a Líbano antes de que caiga en el abismo de una larga guerra que conducirá a una destrucción y un sufrimiento como lo que vemos en Gaza”, añadió.
“Eliminamos a miles de terroristas, entre ellos al mismo [Hasán] Nasralá (líder de Hezbolá asesinado el 27 de septiembre en un ataque israelí en los suburbios del sur de Beirut) y al reemplazo de Nasralá y al reemplazo de su reemplazo”, señaló, sin dar sus nombres.
Una fuente de alto nivel del movimiento islamista libanés declaró el sábado que se había perdido el contacto con Hashem Safieddine, considerado como el sucesor de Nasralá, tras los bombardeos israelíes de la semana pasada.
Tras las declaraciones de Netanyahu, el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, recordó que la muerte de Safieddine no estaba confirmada. “Atacamos un cuartel general de Hezbolá en los suburbios del sur de Beirut y sabemos que ahí estaba Safieddine”, dijo. “Aún se están examinando los resultados de este ataque. Hezbolá intenta ocultar los hechos”, añadió. “En cuanto lo sepamos, informaremos al público”, señaló.
El ejército israelí bombardea los suburbios del sur de Beirut, bastión de Hezbolá, desde septiembre.
“Una organización quebrada”
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó ayer que Hezbolá ya era una “organización quebrada, sin mando significativo ni capacidad de fuego y una dirigencia desintegrada”.
El jeque Naim Kassem, líder provisional de Hezbolá, apuntó por su parte que las capacidades del grupo “siguen intactas” tras semanas de intensos ataques aéreos israelíes en grandes zonas de Líbano, y de operaciones en las que han muerto sus altos mandos en cuestión de días. Dijo que las fuerzas israelíes no han podido avanzar desde que iniciaron una incursión por tierra en Líbano la semana pasada. En un video grabado en un lugar no revelado, Kassem también dijo que Hezbolá nombrará a un nuevo líder para suceder a Nasralá, “pero las circunstancias son difíciles debido a la guerra”.
Nasralá murió el mes pasado, en un ataque aéreo israelí contra un búnker en Beirut. Hashem Safieddine, primo de Nasralá que supervisaba los asuntos políticos del grupo, era visto como su aparente heredero. Sin embargo, el grupo extremista no ha hecho anuncios oficiales sobre un sucesor, y Safieddine no ha aparecido en público ni ha hecho declaraciones desde la muerte de Nasralá.
Israel afirma que ha desmantelado infraestructura insurgente en la frontera y que mató a cientos de combatientes de Hezbolá. El ejército dijo ayer que neutralizó a Suhail Husseini, a quien describió como un alto mando responsable de supervisión logística, presupuestos y gestión del grupo.
El líder provisional de Hezbolá señaló que el grupo apoya los esfuerzos del líder del Parlamento libanés, Nabih Berri, para lograr un cese al fuego, pero no especificó si eso significa que el grupo estaría dispuesto a aceptar una tregua antes de que se produzca un cese al fuego en Gaza. Berri, un aliado cercano de Hezbolá, es considerado como el principal interlocutor entre el grupo miliciano y EE.UU., y ha tratado de negociar un cese al fuego desde el inicio de la guerra en Gaza hace un año.
Hezbolá empezó a disparar cohetes hacia el norte de Israel un día después del sorpresivo ataque insurgente encabezado por Hamás el 7 de octubre de 2023, que inició la guerra.
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