Carlos bajo la lupa por corrupción
DE UN ESCÁNDALO A OTRO

Carlos bajo la lupa por corrupción

Scotland Yard abrió una investigación sobre las presuntas donaciones a la fundación del príncipe heredero de la corona británica, supuestamente a cambio de títulos honoríficos

LONDRES
a Policía Metropolitana de Londres anunció ayer que abrió una investigación sobre presuntas donaciones a la fundación del príncipe Carlos, heredero al trono británico, supuestamente a cambio de títulos honoríficos.

En un comunicado, las fuerzas del orden indicaron que la decisión se tomó después de que los medios divulgasen el año pasado que uno de los más estrechos colaboradores de Carlos, Michael Fawcett, renunció a la dirección de la fundación del heredero tras oficiar de intermediario para que un millonario saudí recibiese una de las más altas distinciones del Reino Unido.

Clarence House, residencia del heredero, señaló que el príncipe no tiene conocimiento de que se hicieran tales ofertas de dispensar honores o favorecer la concesión de la nacionalidad británica a cambio de donaciones.

“La Policía Metropolitana ha puesto en marcha una investigación sobre las denuncias de delito en virtud de la Ley de Honores (que previene abusos de este tipo) de 1925”, reza el comunicado.

“La decisión se tomó tras analizar una carta en septiembre de 2021, relacionada con una información en los medios en la que se afirmaba que se hicieron ofertas de ayuda para conceder honores o ciudadanía para un nacional saudí”, subraya Scotland Yard.

A raíz de este análisis la Fundación del Príncipe facilitó una serie de documentos relevantes, según la Policía. “Estos documentos han sido revisados junto con información ya existente. El análisis determinó que se abrirá una pesquisa. No se han realizado detenciones ni interrogatorios”, puntualizó.

Según una investigación del periódico dominical “The Sunday Times”, Michael Fawcett, director ejecutivo de la Fundación del Príncipe -que promueve el medio ambiente y la cultura-, dimitió tras conocerse que había intercedido para que el magnate Mahfuz Marei Mubarak bin Mahfuz fuese distinguido como comendador honorario de la Orden del Imperio Británico.

El millonario saudí había donado más de 1,5 millones de libras (1,75 millones de euros) a ONG vinculadas con la Casa Real británica antes de recibir su condecoración.

El periódico llegó a publicar que Mahfuz pagó “decenas de miles de libras” a personas del entorno del príncipe de Gales por ayudarlo a conseguir la medalla.

El príncipe Carlos le impuso esa condecoración en una ceremonia privada en el palacio de Buckingham en noviembre de 2016.

OTRO DOLOR DE CABEZA
Esta investigación de Scotland Yard llega cuando Reino Unido aún no se ha repuesto del escándalo que significó la denuncia de abuso sexual contra el príncipe Andrés -hermano de Carlos- que terminó con un “arreglo” económico que evitó que el duque de York vaya a juicio en EE UU y que implicará un desembolso de unos 16 millones de dólares para la corona británica, lo que ha causado una fuerte indignación en la sociedad del país (ver cuadro aparte).

Carlos ha optado en los últimos tiempos por un bajo perfil junto a su esposa Camilla Parker Bowles. No obstante, una biografía no autorizada publicada en 2018 dejó al descubierto las extravagancias del primogénito de la reina Isabel II, así como la mala relación de ésta con la duquesa de Cornualles antes de que contrajera matrimonio con su hijo.

El libro, titulado “Príncipe rebelde: el poder, la pasión y la rebeldía del príncipe Carlos”, escrito por el periodista Tom Bower, relata varias de las extravagancias y excesos del heredero a la corona británica, entre ellas que una vez viajó de visita a casa de unos amigos acompañado de un camión de mudanzas.

“El camión contenía las habitaciones de Carlos y su mujer Camilla, incluyendo la cama ortopédica del príncipe, junto con su propia ropa de cama, una pequeña radio, el asiento del inodoro, rollos de papel higiénico Kleenex Premium Comfort, whisky Laphroaig y agua embotellada, además de dos cuadros de las Tierras Altas de Escocia”, indicó el autor.

La biografía hace un retrato de príncipe Carlos como una persona “maniática” y “envidiosa”, así como “aficionada al lujo”.

Según Bower, Carlos no se lleva bien con su hijo mayor William, duque de Cambridge, y tiene celos porque su matrimonio con Kate Middleton en 2011 le quitó protagonismo.

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