Moscú y Pekín rechazaron una nueva ampliación de la Otan

Moscú y Pekín rechazaron una nueva ampliación de la Otan

Todo un alarde de sintonía, cordialidad y entendimiento. Y frente al enemigo común, Estados Unidos, cierre de filas. La esperada reunión de este viernes en Pekín entre los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, con la crisis en torno a Ucrania de fondo, ha supuesto una exhibición de unidad —“sin precedentes”, según el líder ruso; “inquebrantable”, ha dicho el mandatario chino— entre los dos aliados informales, en un mensaje destinado sobre todo a Washington. Los dos han condenado la influencia “desestabilizadora” de las alianzas militares en Europa y Asia y se han opuesto a una nueva ampliación de la OTAN, en un significativo espaldarazo de Pekín a Moscú.

Los dos países han estrechado su relación de modo significativo en los últimos ocho años, después de que Rusia se anexionara la península ucrania de Crimea y China tendiera al Gobierno de Putin, perjudicado por las sanciones internacionales, una tabla de salvación económica y diplomática en forma de acuerdo de compra de gas.

La declaración conjunta suscrita este viernes en Pekín ha dado un paso de gigante en ese acercamiento: han asumido como propias posturas del otro en intereses geopolíticos clave. Como venía haciendo Rusia, China declara por primera vez su oposición explícita a la expansión de la OTAN. Como Pekín, Moscú expresa la suya al Aukus, la alianza de seguridad en Asia que formaron el año pasado EE.UU., el Reino Unido y Australia. Y Moscú también declara que Taiwán forma parte del territorio chino, una de las grandes prioridades políticas del Gobierno de Xi.

“Las partes se oponen a una nueva expansión de la OTAN” y “piden a la Alianza Atlántica que abandone las posturas ideológicas de la Guerra Fría”, indican los dos gobiernos en la declaración conjunta emitida tras la reunión.

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