La nueva Asamblea Nacional (Parlamento) de Nicaragua, de mayoría oficialista, tomó posesión ayer en una sesión previa a la investidura del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, ambos reelectos en los cuestionados comicios de noviembre pasado y tras el encarcelamiento de al menos siete precandidatos de la oposición.
El matrimonio Ortega Murillo reasumirá los máximos cargos de poder en Nicaragua para otro mandato de cinco años, en un acto que se realizará en la plaza de la revolución de Managua esta tarde y al que asistirán delegaciones oficiales de China, Corea del Norte, Irán, Rusia y Siria, así como algunos cancilleres y líderes políticos de izquierda.
Mientras, desde la cancillerìa argentina se informó que no se enviará ninguna delegación oficial a Managua y por el país estará el actual embajador, Daniel Capitanich, hermano del gobernador de Chaco.
Juramento
Durante la sesión parlamentaria, la titular del Consejo Supremo Electoral (CSE), Brenda Rocha, tomó juramento a los 90 diputados del Legislativo, de los cuales 75 pertenecen al gobernante Frente Sandinista y 15 a pequeñas agrupaciones políticas que la oposición califica como “colaboracionistas’’.
La nueva composición de la Asamblea Nacional, que en la legislatura 2017-2022 también fue de mayoría oficialista, le permitirá a Ortega gobernar hasta el fin de su gestión sin mayor oposición desde el Parlamento.
Como presidente de la Cámara fue reelegido el sindicalista sandinista Gustavo Porras, miembro del Parlamento desde hace 15 años y titular del mismo desde 2017. El partido sandinista quedó en control de la mayoría de cargos en la junta directiva.
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