TENSIONES POR UCRANIA

Biden y la UE amenazan a Putin con “fuertes sanciones”

La videollamada de Biden y Putin concluye con la advertencia de que si Moscú acomete una nueva agresión contra Ucrania habrá represalias que lastrarán su economía.

La videollamada más tensa de los casi once meses de Joe Biden en la Casa Blanca se saldó con una advertencia al presidente ruso, Vladímir Putin: Estados Unidos prepara con sus aliados europeos “fuertes sanciones económicas” para el caso de que Moscú aumente su presión sobre Ucrania.
Bruselas también advirtió a Moscú de que cualquier nueva agresión provocará graves represalias comerciales por parte de la UE, lo que podría dañar gravemente a la economía rusa. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, anticipó una “robusta escalada y expansión de los actuales regímenes de sanción”.

El encuentro entre Putin y Biden empezó con Putin al otro lado de la línea en su residencia de Sochi, en la costa del mar Negro. De fondo, estaban las tensiones, en un tono cada vez más rojo vivo entre Occidente y Moscú por la crisis en la frontera con Ucrania. Washington cree que Putin prepara para principios de 2022 una operación militar con 175.000 soldados, extremo que este niega. Rusia, por su parte, exige garantías de que Kiev no entrará en la Otan y de que Ucrania no va a lanzar una ofensiva para recuperar el territorio en disputa desde 2014 en su enfrentamiento en el Donbás con los separatistas prorrusos.

El líder estadounidense expresó a Putin su honda preocupación por su actitud en esta crisis, según un comunicado de la Casa Blanca, y reclamó una “inmediata desescalada” en el conflicto y “una vuelta a la diplomacia”. Ha reiterado su apoyo a la “soberanía” y a la “integridad territorial” de Ucrania. Descartada la idea de enviar soldados a la frontera, Biden ha advertido de graves sanciones económicas que incluirían impedir a los grandes bancos rusos que conviertan rublos a dólares y otras divisas. La agencia Bloomberg ha informado de que Washington baraja restringir a los inversores la compra de deuda rusa. Y también el refuerzo del flanco oriental de la Otan si se produce ese ataque sobre suelo ucranio, según adelantó el lunes un alto funcionario de su Administración. La relación entre ambas potencias está en niveles de tensión propios de la Guerra Fría.

Desde Rusia, el Kremlin informa que tanto Putin como Biden han autorizado a sus equipos a mantener contactos en cuestiones sensibles. Según Moscú, la conversación abordó principalmente el estancamiento de la implementación de los acuerdos de Minsk, cuyo fracaso fue achacado por Putin a “la línea destructiva” de Kiev.

Los acuerdos de Minsk II fueron firmados en 2015 en la capital bielorrusa por Moscú, Kiev y la Osce, con la mediación de Alemania y Francia. A diferencia de Minsk I, este pacto se cerró en plena ofensiva separatista con apoyo de artillería y brigadas acorazadas rusas. El Gobierno ucranio, liderado entonces por Petró Poroshenko, aceptó una reforma constitucional para conceder más autonomía a la región a cambio de recuperar el control de la frontera del Donbás con Rusia. Pero nada se ha cumplido estos seis años.