El líder bielorruso, Alexander Lukashenko, amenazó a Europa con cerrar el tránsito de gas natural a través de Bielorrusia. Es su represalia contra las nuevas sanciones que impondrá la Unión Europea por la avalancha de migrantes organizada por su país.
Su aviso llega al mercado europeo del gas en una recta final de año en la que los precios han alcanzado máximos históricos. En una reunión con su equipo, Lukashenko planteó ayer la posibilidad de cortar el gasoducto Yamal, que transporta gas ruso a través de Bielorrusia en ruta a Polonia y Alemania. “Estamos calentando a Europa, todavía nos amenazan con cerrar la frontera. ¿Y si les cortamos el gas natural a ellos?”, dijo Lukashenko, antes de advertir “a los líderes polacos, los lituanos y otros bastardos sin cabeza que piensen antes de hablar”.
La UE prepara nuevas sanciones contra Bielorrusia la semana que viene. Lukashenko sabe que en la situación actual cualquier interrupción del flujo de gas ruso a través de Bielorrusia afectaría mucho al mercado. “Tenemos que advertir a todos en Europa: si nos imponen sanciones adicionales, indigestas e inaceptables para nosotros, tendremos que responder”.
El lunes, miles de migrantes provenientes de Irak, Irán y Siria, trataron de cruzar la frontera polaca. La UE acusa a Lukashenko de estar detrás de esta avalancha, y el líder bielorruso se ha defendido atacando.
El precio del gas en Europa creció casi un 2% tras las declaraciones de Lukashenko sobre el posible cierre del tránsito de gas a Europa, según la agencia TASS.
En su pulso con la UE, Lukashenko tendrá a Rusia a su lado. El presidente de Bielorrusia solicitó a Rusia que se incorpore a la vigilancia de la frontera con Polonia después de que este país enviara tropas para frenar la caravana de migrantes. Moscú envió bombarderos estratégicos que sobrevolarán la frontera acompañados por cazas bielorrusos.
“Debemos vigilar constantemente lo que pasa en la frontera. Son bombarderos capaces de llevar armas nucleares, pero no tenemos otra opción, debemos ver qué hacen al otro lado de nuestra frontera”, subrayó Lukashenko.
La UE teme que se repita la crisis migratoria de 2015 cuando cientos de miles de refugiados llegaron a Europa, en su mayoría procedentes de Siria, aunque también de Afganistán, Irak y otros países.
Desde Moscú se sigue criticando a la UE y defendiendo a Lukashenko. El “envío de militares” a la zona de concentración de los inmigrantes en la frontera bielorruso-polaca es una “situación” que debería “preocupar” a los “europeos sensatos”, dijo ayer a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
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