El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ampliará ayer la obligatoriedad de la vacuna contra el coronavirus a la totalidad de los empleados federales, como parte de un plan para combatir la propagación de la variante Delta, en medio de un nuevo repunte de contagios en el país.
La Casa Blanca informó que el mandatario presentará hoy en un discurso su denominado plan de “seis puntas”, que incluirá a los sectores público y privado.
Uno de los puntos clave será la vacunación obligatoria para todos los empleados y contratistas federales, según dijo una fuente familiarizada con la estrategia bajo condición de anonimato.
Hasta ahora, solo los trabajadores de la salud empleados por el Gobierno federal, cuya actividad implica contacto con pacientes de Covid-19, estaban obligados a inmunizarse, mientras que al resto se les recomendó vacunarse o someterse a pruebas periódicas.
“El presidente firmó un decreto para llevar esas acciones un paso más allá y exigir que todos los trabajadores del poder Ejecutivo federal se vacunen”, dijo la fuente citada. La secretaria de prensa de Biden, Jen Psaki, señaló a CNN que el presidente presionará para aumentar las vacunas y los test, aunque precisó que tiene poderes limitados y no hay ningún plan para implementar algo como un pasaporte nacional de vacunación.
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