Fans le rinden tributo a Lady Di frente al palacio de Kensington
Fans le rinden tributo a Lady Di frente al palacio de Kensington
ETERNA EN EL RECUERDO

Lady Di, la princesa rebelde que hubiera cumplido 60 años

Con un carisma que resiste el paso del tiempo, Diana de Gales acercó la monarquía a la gente común. Hoy sus hijos inaugurarán una estatua en su memoria

LONDRES
La mayoría de la gente no se ofrecería a caminar por un campo minado. La princesa Diana, que hoy cumpliría 60 años, lo hizo dos veces.
El 15 de enero de 1997, Diana caminó cautelosamente por un estrecho sendero seguro a través de un campo minado en Angola, con un visor protector y un chaleco antibalas con el nombre de The HALO Trust, un grupo dedicado a remover minas terrestres de antiguas zonas de guerra. Cuando se dio cuenta de que algunos de los fotógrafos que la acompañaban no habían podido retratarla, se dio vuelta y lo hizo de nuevo.
Después conoció a un grupo de víctimas de minas terrestres. Una niña que había perdido su pierna izquierda se sentó en la falda de la princesa.

Las imágenes de ese día aparecieron en diarios y canales del mundo, llamando la atención internacional sobre la campaña entonces languideciente para retirar aparatos que seguían enterrados décadas después de terminados los conflictos. En la actualidad, el tratado para prohibir minas terrestres lleva la firma de 164 países.
Maestra jardinera convertida en princesa, la rebelde integrante de la realeza dejó una huella perdurable en la Casa de Windsor.
La caminata de Diana entre las minas, siete meses antes de morir en un accidente de auto en París, es sólo un ejemplo de cómo hizo que la monarquía fuera más accesible a la gente. Al interactuar con más cercanía al público -arrodillándose al nivel de un niño, sentada en la cama de un paciente de hospital, escribiendo notas personales a sus fans- se conectó con la gente de una forma que inspiró a otros miembros de la realeza, incluyendo a sus hijos, los príncipes William y Harry, mientras la monarquía trabajaba para convertirse en una institución más humana y permanecer relevante en el siglo XXI.

Diana no inventó la idea de que los miembros de la realeza visitaran a los pobres y desamparados. La misma reina Isabel II visitó una colonia de leprosos en Nigeria en 1956. Pero Diana los tocaba, literalmente. Sabía que esas interacciones podían llamar la atención sobre las causas nobles que apoyaba, ya que la prensa la seguía a todos lados.
Diez años antes de que abrazara a las víctimas de minas terrestres en Angola, le dio la mano a un joven paciente con VIH en Londres durante los primeros días de la epidemia, mostrando a la gente que la enfermedad no se transmitía por tocar.
A medida que su matrimonio con el príncipe Carlos (con quien se casó en 1981) se deterioraba, Diana usaba las mismas técnicas para contar su lado de la historia. Abrazando ampliamente a sus hijos para mostrar su afecto. Sentada sola frente al Taj Mahal en un viaje real a India y caminando por ese campo minado cuando comenzaba una nueva vida tras su divorcio.
Hoy, los hijos de Lady Di volverán a estar juntos en la inauguración de una estatua de la princesa de Gales en Londres, en lo que muchos ven como una oportunidad para “romper el hielo” y reconciliarse, ya que la relación entre ambos príncipes está resentida desde que Harry y su esposa Meghan Markle decidieron dejar la realeza y radicarse en EE UU.

COMENTARIOS