Cuatro personas de pueblos originarios de México fueron asesinadas a balazos en un puesto de votación del estado de Chiapas, en el sur de México. Ocurrió luego de que finalizaran las elecciones legislativas y locales, tras la campaña electoral más violenta de los últimos 21 años. Se habría producido por disputas entre dos partidos que peleaban una alcaldía.
Hasta el momento, se sabe que los autores serían familiares de una candidata perdedora, según versiones de un movimiento político y de autoridades de la comunidad de Ojo de Agua. Según autoridades electorales del estado, el ataque ocurrió unas horas después de que cerrará la casilla de votación, instalada en una cancha de básquetbol. Un informe de la policía local indica que cuando se contaban los votos, “un grupo de personas llegó en un vehículo y les dispararon a los funcionarios de casilla y a los representantes de partido”. Además, se reportaron cuatro personas heridas.
El Partido Encuentro Social (PES) denunció que tres de las víctimas serían miembros de su agrupación y que los agresores son familiares de una candidata del movimiento Chiapas Unido, quien habría perdido la elección.
El sábado pasado, en la zona norte de Chiapas, cinco personas que participaban en la organización de los comicios murieron en una emboscada en una carretera.
Desde hace décadas, Chiapas es escenario de disputas políticas, religiosas y por el control de tierras que en ocasiones han derivado en enfrentamientos armados.
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