En medio del escándalo en Estados Unidos por la irrupción de sus seguidores en el Congreso, el presidente Donald Trump publicó un mensaje en el que insistió que hubo fraude en las elecciones de noviembre pasado que ganó su rival, el demócrata Joe Biden, pero les pidió a sus seguidores que se “vayan a su casa”.
Trump, que había estado proclamando el fraude y vapuleando a los legisladores por Twitter, hizo un breve llamado a la calma y convocó a la Guardia Nacional para que fuera al lugar. También al FBI como soporte.
“Por favor, apoyen a la Policía del Capitolio y a las fuerzas del orden”, escribió Trump más de una hora después de que manifestantes rompieran el cordón de seguridad. “Ellos están verdaderamente del lado de nuestro país”, dijo Trump. “¡Manténganse pacíficos!”, añadió.
El mensaje fue tan tibio que más tarde el presidente fue presionado por los propios legisladores republicanos para que saliera públicamente a calmar a sus seguidores.
El líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin Mc Carthy, calificó al asalto como “antiestadounidense” y agregó: “Podemos disentir, pero no debemos llevar la pelea a este nivel… no se hace esto que está pasando ahora. La gente está siendo herida. Esto es inaceptable”.
Bajo fuerte presión, horas más tarde, Trump subió un video en el que pidió a sus seguidores en Washington que se fueran “a casa”. Sin embargo, el presidente tuvo palabras de reconocimiento para ellos, a quienes les aseguró que “son muy especiales”, e insistió nuevamente con mensajes sobre el supuesto robo de las últimas elecciones. Es decir que siguió con su relato.
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