Donald Trump racismo
ESTADOS UNIDOS

Trump visitó Kenosha, nuevo foco de protestas contra el racismo

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó ayer Kenosha, la ciudad donde la semana pasada se desató una ola de protestas luego de que la policía acribillara a un hombre negro, en medio de una escalada de tensiones raciales y políticas de cara a las elecciones de noviembre.
El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, y otras autoridades de ese estado  le pidieron al mandatario que cancelara su viaje para evitar que vuelva a aumentar la tensión.
Sin embargo, el republicano se negó a hacerlo y durante su visita se encontró con agentes de la policía y comerciantes, pero no lo hizo con Jacob Blake, padre del afroestadounidense del mismo nombre que el 23 de agosto pasado recibió siete tiros en la espalda, cuando estaba desarmado y con su pareja y sus niños pequeños.
“No voy a jugar a la política. Estamos hablando de la vida de mi hijo”, dijo Blake, al confirmar que no se encontrará con el presidente.
El hombre, de 29 años, quedó parapléjico y sigue internado -durante varios días la policía lo mantuvo esposado a la cama pese a no estar acusado de ningún delito- y el oficial que le disparó fue suspendido, pero aún no se lo acusó formalmente de nada.
El miércoles siguiente, un joven blanco simpatizante de Trump irrumpió en una de las marchas contra la violencia racial en Kenosha y asesinó a dos personas e hirió a una tercera. La falta de respuesta institucional provocó, una vez más, una ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policial en otras partes del país.

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