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Ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales de los países del G20 en Fukuoka.
ADVERTENCIA DEL G20 TRAS UN ENCUENTRO EN JAPÓN

Las guerras comerciales ponen en riesgo la economía mundial

Ministros financieros y responsables de bancos centrales del foro de países industrializados y emergentes admiten que “las tensiones geopolíticas empeoraron”.

Los ministros de Finanzas y los responsables de los bancos centrales de los países del G20 (países industrializados y emergentes, entre los que está Argentina) admitieron ayer que las tensiones comerciales han empeorado, lo que plantea un riesgo para la economía mundial, en una reunión en Japón que puso de relieve las diferencias entre EE.UU. y sus socios.
Tras 30 horas de debate en lo que un responsable describió como una “tensa” atmósfera, el G20 dio a conocer un comunicado final en el que reconoce que “el crecimiento sigue bajo y los riesgos de empeorar permanecen” para la economía global.
“Más importante, las tensiones comerciales y geopolíticas se han intensificado”, dijo el G20, agregando que permanecía “listo para tomar nuevas acciones” en caso de ser necesario.
En una suerte de acuerdo impulsado por Washington, el comunicado evitó ciertas referencias presentes en primeras versiones que hablaban de “una necesidad apremiante de resolver las tensiones comerciales”.
El texto resume dos días de discusiones en Fukuoka, en el oeste de Japón, en los que también se debatió sobre la controvertida cuestión del impuesto a los gigantes de internet como Google o Amazon. “Redoblaremos nuestros esfuerzos para una solución consensuada con un informe final para 2020”, afirmó el G20, que buscará modificar el sistema impositivo  internacional para corregir el vacío legal existente con esos monstruos que facturan miles de millones de dólares y son criticados por sus prácticas de optimización fiscal.
Sin embargo, más allá de este “consenso”, las diferencias entre EE UU y sus socios volvieron a quedar de manifiesto en esta reunión. 
Francia y el Reino Unido insisten con actuar a nivel global con este tipo de impuesto, y ya lo han introducido a nivel nacional mientras que la administración del presidente estadounidense Donald Trump tiene otra opinión. 
“Debo decir que EE.UU. tiene preocupaciones importantes” sobre estos impuestos, afirmó el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, dando “crédito” de todos modos a esos países porque “crearon la urgencia de tratar la cuestión”. “Aunque no me gustan, aprecio el ímpetu por estas cuestiones”, señaló.

Posiciones encontradas
Más que este impuesto a los gigantes de internet, la preocupación de los ministros y banqueros reunidos en Fukuoka estuvo centrada en las guerras comerciales en marcha, entre EE.UU. con China por un lado y con México por otro. 
Según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), los aranceles impuestos por Washington y Beijing, incluyendo los que están en vigor desde el año pasado, podrían reducir el PBI mundial en 0,5% en 2020.
Antes de la reunión del G20, la directora general del FMI, Christine Lagarde hizo de este tema la “prioridad absoluta”, pidiendo a los países miembros que mantengan una política monetaria que apoye la actividad económica.
“La principal amenaza” para la economía mundial “viene de las persistentes tensiones comerciales”, declaró Lagarde ayer al final del encuentro, hablando de “tímidas señales de estabilización” en una “ruta” que “sigue siendo precaria”.
Frente a esta advertencia sobre el impacto de la guerra comercial en la economía global, EE.UU. cree en cambio que, si su ofensiva contra China termina en un acuerdo, sería positivo para todo el mundo.
“Sí, hay una ralentización económica en Europa, en China y en otras partes. Pero no pienso para nada que esta ralentización observada en varias regiones del mundo sea una consecuencia de las tensiones comerciales”, dijo Mnuchin el sábado a los periodistas.
Y si Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, consiguen llegar a un común acuerdo en el G20 previsto para fines de junio en Osaka, “será muy positivo para el crecimiento económico, para nosotros, para China, para Europa y para el resto del mundo”.
El ministro japonés Taro Aso, quien presidió la reunión, advirtió por su parte sobre una “erosión de la confianza de los mercados si la incertidumbre persiste” en las negociaciones entre las dos potencias mundiales. Su homólogo francés, Bruno Le Maire, fue más lejos todavía: “el riesgo de ver esta ralentización económica mundial transformarse en crisis económica planetaria debido a las tensiones comerciales, es un riesgo real y cada uno tiene que sopesarlo”, declaró.

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