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Horror en EE.UU: la mató, le robó a su bebé y luego se tomó una aberrante foto

Clarisa Figueroa asesinó a Marlen Ochoa y le arrancó del vientre al bebé que llevaba en gestación desde hace 9 meses.

El asesinato de Marlen Ochoa no deja de conmover a los Estados Unidos y con el correr del tiempo aparecieron más detalles estremecedores sobre su homicidio. Ahora una foto de Clarisa Figueroa, la mujer que la mató, apareció y muestra una aberrante imagen que se tomó con el bebé de la víctima.

Para recordar el caso es importante destacar cómo ocurrió el ataque mortal. La joven de 19 años fue invitada, por su atacante, a su casa y la estranguló con una cuerda. Luego le arrancó el bebé de su vientre, que por ese entonces pasaba por su noveno mes de gestación.

Luego de asesinarla, Figueroa, de 46 años, fue a un hospital de Chicago y simuló ser su madre. La mujer llegó toda ensangrentada con el niño en brazos y logró que nadie sospechara sobre lo sucedido.

Recientemente se difundió una aberrante imagen de la asesina, a las pocas horas de haber matado a la madre biológica del niño. En la foto se ve a la homicida asistiendo al recién nacido, que se encontraba entubado bajo los cuidados médicos del área de neonatología.

Figueroa estuvo dos semanas junto al bebé en el hospital hasta que se descubrió su historia. La policía la encontró y la detuvo. Sin embargo, durante ese tiempo tuvo tiempo de llevar a cabo ciertas tareas “maternas”: nombró al bebé bajo el nombre Xander y abrió una campaña en GoFundMe con la complicidad de su pareja para recibir donaciones para su supuesto hijo.

El niño sobrevivió a la brutalidad de la mujer que lo extrajo del vientre de Marlen, pero perdió la respiración por unos segundo y sufrió muerte cerebral, por lo que desde el 23 de abril, cuando nació, se encuentra en estado crítico.

La lucha de su padre biológico

Por su parte la familia biológica del niño lo bautizó bajo el nombre Yadiel y su padre, Yovani, decidió no desconectarlo a la espera de “un milagro” debido a que recientemente abrió sus ojos.

“Yo le imploré tanto a dios que por favor abriera sus ojos y me diera esa ternura. Creo que fue el mismo Jesús que me dio esa dicha de ver a mi hijo con sus ojos abiertos”, dijo el padre.

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