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PRIMERA VISITA OFICIAL AL EXTERIOR

Jair Bolsonaro se reúne hoy con Trump en busca de una alianza

El tema Venezuela estará como gran asunto sobre la mesa, cuestión en la que comparten fin pero no medios.

El presidente de Brasil es posiblemente el jefe de Estado que más admira, emula y alaba al de Estados Unidos, destino de su primera visita oficial al extranjero. Donald Trump tiene previsto recibir a Jair Bolsonaro este martes en la Casa Blanca para una reunión en la que Venezuela será el gran asunto sobre la mesa, cuestión en la que comparten fin pero no medios. El líder nacional populista brasileño, que exhibe su sintonía ideológica con el magnate republicano, pretende ser su principal socio sudamericano y busca una alianza entre los dos mayores países de América, pero los especialistas no esperan grandes resultados tangibles del viaje.
Esta visita de Bolsonaro (63 años) a Trump (72) rompe con la costumbre presidencial brasileña de estrenarse con un viaje a Argentina. A Rubens Barbosa, que fue embajador de Brasil en Washington (1999-2004), no le sorprende el destino porque, recuerda, “ya dijo en campaña que la prioridad sería la relación con Estados Unidos. Ahora cumple lo que prometió”. Se espera que los siguientes pasos en la estrategia para forzar a Nicolás Maduro a abandonar el poder en Venezuela ocupen buena parte de la reunión. Barbosa explica que, aunque “ambos están de acuerdo en la retirada de (Nicolás) Maduro, discrepan en los medios. Brasil no quiere una intervención militar”, recalca el veterano diplomático en una entrevista telefónica. 
El mandatario brasileño ha enviado como avanzadilla a uno de sus hijos, el diputado Eduardo, erigido en informal representante diplomático y enlace con la red antiglobalista en torno a Steve Bannon, con el que se reunió el sábado en Washington. Bolsonaro padre tiene previsto encontrarse con el antiguo miembro del Consejo de Seguridad Nacional, lo que molesta en la Casa Blanca porque Trump rompió con él en 2017.
Pero el gran obstáculo para estrechar las relaciones con EE.UU. son las evidentes tensiones entre las distintas almas que cohabitan en el Gobierno de Brasil, según explica Oliver Stuenkel, profesor adjunto de Relaciones Internacionales en la Fundación Getúlio Vargas. 
“Está el grupo antiglobalista, que controla el mundo de las redes y el ciclo mediático: propone mucho pero hace poco. Luego, los militares, que no crean muchas iniciativas, pero sí vetan. Y luego están los económicos. Las diferencias entre unos y otros son tan grandes que pueden generar desconfianza” en sus interlocutores porque “no se sabe quién va a ganar las batallas internas”, afirma el también columnista de la edición de este diario en Brasil. Los trumpistas del Gobierno son liderados por el ministro de Exteriores, Ernesto Araújo; el vicepresidente Hamilton Mourão, un general retirado considerado el elemento moderador del Gabinete, encabeza un segundo grupo y el tercero, el superzar económico, Paulo Guedes.
La misma semana en que Bolsonaro, antiguo capitán del Ejército, asumió el poder se vio un excelente ejemplo de las contradicciones internas y sus efectos al sugerir el presidente en una entrevista que Brasil podría acoger una base estadounidense para contrarrestar la influencia rusa en Venezuela. La polémica fue inmediata.

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