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INTERNACIONAL

Alimentos y medicinas varados en la frontera

El convoy de diez camiones de ayuda humanitaria para los sectores venezolanos más afectados por la escasez llegó este jueves en horas de la tarde en medio de vítores y lágrimas de alegría al centro de acopio de Cúcuta, en Colombia, esperando cruzar el puente binacional Tienditas para llevar el cargamento a Venezuela.
Escoltados por la policía colombiana, los dos primeros camiones con contenedores de la empresa colombiana Coltanques, encabezaron la caravana seguida por furgones más pequeños.
Según la capacidad de carga de los diez camiones, el primer cargamento llevaría más de 100 toneladas de alimentos, medicinas e insumos para los hospitales de Venezuela, la mayor parte proveniente de la institución Usaid de los EE. UU, que primero arribó por avión a Bogotá y luego fue transportada por rutas a la ciudad fronteriza de Cúcuta, situada al norte de Santander.
A la altura del peaje Los Acacios de Cúcuta, el diputado venezolano José Manuel Olivares, que es médico de profesión, les dio la bienvenida a los camioneros colombianos, emocionado visiblemente cada vez que los camioneros sonaban la bocina de saludo que él respondía con su puño en alto.
Pero la preciosa carga de alimentos y medicinas, destinada a los más necesitados, no pudo continuar el camino hacia territorio venezolano porque el régimen de Nicolás Maduro bloqueó el puente Tienditas con un camión cisterna y dos contenedores además de alambres de púa en lo ancho de autopista para impedir el paso de la ayuda humanitaria.
El puente Tienditas de 280 metros de longitud fue construido por los dos países en 2017 pero todavía no ha sido utilizado. El convoy de ayuda va a estrenar el puente.
Maduro alega que los venezolanos no son “mendigos” para estar recibiendo “limosna”. Niega que la crisis humanitaria exista. Pero en el fondo lo que teme es que la ayuda se convierta en un “Caballo de Troya” y traiga una invasión e intervención militar por parte de los EE. UU.
Maduro estuvo en las últimas horas reinaugurando un laboratorio para la fabricación de medicamentos, pero la verdad es que en las farmacias no se consiguen los remedios más elementales como aspirinas, ibupofreno, acetaminofén, antiparasitarios, antidiarreicos, y mucho menos vacunas para los niños.
Del lado venezolano de la frontera, como el estado Táchira, la ciudad está tomada militarmente para impedir el paso del convoy. Los soldados hacen ejercicios y los funcionarios policiales de la temible Faes (Fuerzas de Acciones Especiales) comandada por Freddy Bernal hacen alardes para intimidar a los tachirenses.
Maduro con gestos alegres también ha hecho ejercicios con milicianos acantonados en galpones de bases militares, haciendo olas, para demostrar su poderío militar, lo que aún no ha hecho mella en el opositor Juan Guaidó, el presidente interino que hace llamados a los oficiales del Ejército para que permitan la entrada del convoy con la ayuda.

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