El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, agradeció al "pueblo brasileño" por la "confianza" y aseguró que "cambiará el destino" del país, en sus dos primeras manifestaciones públicas tras ganar la segunda vuelta.
El primer discurso, muy breve y de agradecimiento, fue a través de Facebook. Apenas terminó su intervención en las redes sociales, salió a la puerta de su casa y se pronunció ante el público reunido.
"No se podía más seguir coqueteando con el socialismo, el comunismo, el populismo y el extremismo de izquierda", consideró primero en la transmisión en vivo que realizó por Internet.
Además, remarcó su voluntad de "comenzar a construir un Gobierno que pueda realmente colocar a nuestro Brasil en un lugar destacado". En un momento, destacó que se inspirará en grandes líderes mundiales y levantó con su mano, señalando a cámara, una biografía de Winston Churchill, el primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial.
Luego salió a la puerta de su casa, en el barrio de Barra de Tijuca en Río de Janeiro, y prometió: "Haremos un gobierno decente, comprometido con nuestro país y nuestro pueblo". También dijo que construirá una "nación grande, libre y próspera".
Luego de una campaña en la que en varias ocasiones utilizó un tono confrontativo y violento, Bolsonaro llamó a la edificación de un "Brasil de diversas opiniones, colores y orientaciones".
"Nuestro Gobierno será constitucional y democrático", expresó en lo que pareció un mensaje a quienes lo acusan de ser autoritario y antidemocrático. En ese mismo tono, remarcó: "No hay brasileños del sur y del norte, somos todos una sola nación".
Tras revindicar el derecho de propiedad y hablar de la importancia de la creación de empleos y el equilibrio fiscal, aseguró: "Gobernaremos con el ojo en las próximas generaciones y no en las futuras elecciones".
"Liberaremos al país del tinte ideológico que tienen nuestras relaciones internacionales. Dejaremos de estar lejos de las naciones desarrolladas", aseguró sobre la futura diplomacia brasileña.
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