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AMÉRICA LATINA

Más de mil venezolanos abandonan Brasil tras incidentes violentos

Perú también pedirá el pasaporte a los migrantes procedentes de Venezuela a partir del 25 de agosto.

Los venezolanos que huyen de la hambruna de su país, deben afrontar nuevos obstáculos. La exigencia de presentar el pasaporte que impuso Ecuador y que rige desde el sábado, condenará a miles de ellos, que ingresan por carretera desde Colombia, a buscar alternativas. Familias enteras y grupos de amigos pueden quedar bloqueados en el puente internacional de Rumichaca, del colombiano departamento de Nariño, la diminuta localidad por la que llegan a pasar mas de 3.000 migrantes al día. Hasta ahora bastaba con presentar el documento de identidad para recibir una carta andina con la que podían circular por Ecuador y seguir hacia otro destino del sur del continente, casi siempre Perú y Chile, sin problema alguno. 
La ONU calcula que sólo este año ya han ingresado unos 550.000, de los cuales sólo se queda en suelo ecuatoriano un 20%. “La medida le pone más carga a Colombia, que ya está desbordada con más de un millón de venezolanos entre legales -820.000- e ilegales”, dijo Francisco Santos, ex vicepresidente de Colombia. “Mientras Nicolás Maduro siga aferrado al poder, la crisis humanitaria no hará sino empeorar. Es un problema grave para toda la región”.
Mauro Toscanini, ministro de Interior de Ecuador, aduce que debieron imponer la restricción para controlar de alguna manera un flujo que crece cada día y los documentos de identidad de los venezolanos con frecuencia están rotos o son ilegibles. Al obligar a contar con un pasaporte, podrán “mitigar delitos como la trata de blancas. Es un problema de movilidad que tiene carácter regional. En algún momento tendremos que reunirnos los representantes de varios países y tomar cierto tipo de decisiones”, comentó en entrevista el domingo con el diario ‘El Comercio’ de Quito. La Defensoría del Pueblo y la Defensoría Pública ecuatorianas, solicitaron ante la Judicatura de su país la suspensión cautelar de la medida por considerar que es discriminatoria, un atentado a los derechos humanos. Y que no sólo no restringirá la llegada masiva de venezolanos, sino que empujará a muchos a echarse en brazos de las bandas de tráfico.

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